España y Portugal han aprovechado su XXVIII cumbre bilateral, presidida por Mariano Rajoy y Pedro Passos Coelho, para poner en valor las reformas aplicadas en ambos países y para advertir del riesgo de los populismos para que la UE prosiga su recuperación económica.
El Parador Nacional de Baiona (Pontevedra) ha acogido esta cumbre bilateral, en la que han participado una docena de ministros de ambos países y en la que Rajoy y su homólogo luso han destacado lo que ha supuesto para España y Portugal su integración, hace ahora treinta años, en las comunidades europeas.
"LA PEOR CRISIS"
En la conferencia de prensa con la que se ha cerrado esta cita, Rajoy ha destacado que los dos países han afrontado en los últimos años la peor crisis económica y lo han hecho dando un ejemplo de solidaridad, responsabilidad, reformismo y moderación.
"Hemos pasado años duros, pero ahora debemos centrarnos en consolidar la recuperación, en no echar a perder lo hecho con tanto sacrificio y esfuerzo y en plantear proyectos ilusionantes de futuro", ha subrayado.
Y uno de los riegos para ello son los populismos, según reflejan España y Portugal en la declaración conjunta que han suscrito con motivo de la cumbre de Baiona.
En ese texto, abogan por una segunda fase de reformas en la UE para fijar las respuestas de emergencia que se han dado en los años anteriores y para enfrentarse a "la herencia acumulada de la crisis, sobre todo en cuanto a desempleo y la deuda".
Es entonces cuando España y Portugal lanzan su advertencia: "El recrudecimiento de movimientos populistas y antieuropeos -señala el texto de la declaración- debe verse como una advertencia para los riesgos de fragmentación política en la UE".
Passos Coelho ha aludido a ello cuando ha asumido que se han abordado "reformas muy complicadas" que han permitido ubicar las economías de España y Portugal en "trayectorias sostenibles" y mirar el futuro con optimismo.
"Tenemos que luchar -ha dicho- contra el fraccionamiento político que incluso cuestiona el proyecto europeo. La UE nos tiene que ayudar para completar la respuesta que hemos iniciado desde 2010, y ahora que surgen nuevos riesgos es importante juntarnos".
Los dos jefes de Gobierno han renovado su alianza de intereses comunes ante diversas cuestiones comunitarias como la negociación con Grecia, cuestión que ha propiciado que ambos viajaran juntos al término de la cumbre a Bruselas para participar en la reunión de líderes de la eurozona que va a debatir este problema.
Rajoy y Passos Coelho han coincidido en respaldar la solidaridad de la UE con Grecia pero siempre que respete las reglas del juego y sus compromisos, y el jefe del Gobierno español ha advertido a su homólogo griego, Alexis Tsipras, de que "tensar demasiado la cuerda acaba perjudicando a su propio país".
Los dos jefes de Gobierno han destacado la importancia de los avances que se están dando en materia de interconexión energética en la UE, así como la trascendencia de los acuerdos que se han firmado en la cumbre.
Así, Portugal licitará en septiembre las obras para electrificar el último tramo pendiente del recorrido en suelo luso del tren Vigo-Oporto, el comprendido entre Valença do Miño y Nine, con paso intermedio por Viana do Castelo.
También se ha consensuado dar un impulso a la ruta portuguesa del Camino de Santiago y se ha firmado un acuerdo de cooperación en materia de Defensa, con rango de tratado, que amplía al plano bilateral su actual nivel de colaboración conjunta en la esfera internacional.
La situación en Libia, la amenaza del terrorismo yihadista y la respuesta ante la inmigración ilegal han sido otros asuntos abordados en la cumbre.