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Los reyes, los príncipes de Asturias, sus hijas Leonor y Sofía, y la infanta Elena han asistido hoy a la misa del Domingo de Resurrección en la Catedral de Mallorca, como es tradición durante la estancia de la familia real en la isla por las vacaciones de Pascua.

Unas seiscientas personas, entre turistas y curiosos, se han congregado a las puertas de la Catedral para ver por un instante a la familia real y les han recibido, a su llegada unos minutos después de las 12 del mediodía, con vítores y vivas al rey, la reina, el príncipe y España.

Algunos de los presentes han esperado la llegada de los miembros de la familia real desde las 9 de la mañana.

El rey ha llegado conduciendo su propio vehículo, acompañado de la reina y la infanta Elena. Detrás, en otro coche conducido por el príncipe, iban la princesa Letizia y sus dos hijas.

El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, portando la mitra y el báculo y acompañado de los miembros del cabildo catedralicio y acólitos, les ha recibido a todos ellos a las puertas de la Catedral y les ha ido saludando uno a uno.

Por primera vez, también el presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, y la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, han esperado a la familia real a las puertas de la Seo mallorquina para darles la bienvenida.

Los reyes, los príncipes y sus hijas y la infanta Elena han posado unos minutos para los fotógrafos y cámaras apostados a las puertas del templo. El rey ha animado a su nieta Sofía a saludar a los informadores gráficos, algo que la niña ha hecho tímidamente.

Una vez en el interior, han ocupado el primer banco del templo.

La misa solemne, que ha durado unos 50 minutos, ha contado con la participación de las corales de la Escolanía y la Capella Jove de la Seu.

A la salida, los reyes, los príncipes y las infantas Elena, Leonor y Sofía han vuelto a posar para los fotógrafos, acompañados esta vez por los presidentes del Govern y el Consell de Mallorca. El rey ha charlado unos minutos con el presidente Bauzá antes de despedirse.

Como es tradición, la asistencia a la misa de Resurrección supone desde hace años el broche final a la presencia de la familia real en Mallorca durante la Semana Santa.

Este año los ausentes han sido la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin y sus hijos, que residen en Estados Unidos, así como los hijos de la infanta Elena, Froilán y Victoria Federica.

Durante su estancia en la isla, el pasado miércoles, la reina Sofía acudió acompañada del presidente del Govern a visitar una fábrica de vidrio artesanal mallorquín, Lafiore, en la localidad de s'Esgleieta.