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El Gobierno francés consideró hoy que todavía es "imposible" determinar el número de demandantes de asilo rescatados por el barco Aquarius que serán recibidos en su país, y aseguró que sus demandas serán examinadas "caso por caso".

En declaraciones a la televisión pública "France 2", el portavoz del Ejecutivo, Benjamin Griveaux, señaló que los inmigrantes "acaban de desembarcar (en el puerto español de Valencia) y toma un tiempo saber cuáles son sus nacionalidades, sus motivos para pedir el asilo...".

"Primero hay que darles tratamiento médico, acogerles, ayudarles a levantarse, y después llegará el examen" de sus demandas, puntualizó Griveaux.

E insistió en que su país los acogerá "si responden a los criterios fijados por la ley".

Las declaraciones del portavoz llegan después de conocerse que el Ministerio francés del Interior ha ordenado el despliegue en Valencia de una misión de su Oficina para la Protección de Refugiados (OFPRA) para identificar a demandantes de asilo que hayan viajado en la flotilla del barco Aquarius.

En un comunicado, el ministerio subrayó que, "conforme a los compromisos adoptados por Francia el jueves 14 de junio", la delegación de la OFPRA se desplegará "a partir de que las autoridades españolas lo autoricen".

"La OFPRA se encargará de identificar entre estas personas a refugiados con necesidad de protección que puedan ser acogidos en nuestro territorio", dijo el departamento dirigido por Gérard Collomb.

Al mismo tiempo, hoy se escucharon las primeras críticas a la decisión del presidente, Emmanuel Macron, de recibir a una parte de los refugiados, principalmente por parte de la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen.

"Me alegro de que estén sanos y salvos. Pero estoy sumamente preocupada, (porque) he oído al primer ministro decir que una parte de ellos va a venir a Francia", dijo Le Pen en el canal informativo "CNews".

Para la presidenta del antiguo Frente Nacional (rebautizado como Agrupación Nacional), la acogida de refugiados del Aquarius en Francia será "la señal de que nuestras fronteras siguen abiertas" y hará que "la próxima vez los barcos vayan directamente a los puertos franceses".

También criticó la decisión de España de recibir al barco, tras el rechazo de Italia a que atracase en sus puertos.

"Habrían podido desembarcar antes en Túnez o Argelia. A menos que partamos del principio, desde hace un cierto número de años, de que los inmigrantes deben sistemáticamente venir a Europa", añadió.