El ministro de Consumo, Alberto Garzón, considera que la Constitución “descentralizada” ampara “fórmulas como el cupo vasco”, mientras que la inexistencia del Impuesto de Patrimonio en la Comunidad de Madrid es “una anomalía que debe corregirse” y que sólo favorece a los millonarios a costa de detraer recursos de los servicios públicos.
Garzón formuló esta distinción en una entrevista en la que partió de que “somos un país plurinacional”, aunque esto sea “algo que la derecha no acepta y que está en la base de casi todos los enfrentamientos políticos actuales, que se hacen más en clave ideológica, sobre prejuicios previos, que sobre la constatación de la realidad”. Según recordó, la Constitución es descentralizada, reconoce la plurinacionalidad de facto y “por eso reconoce fórmulas como el cupo vasco”.
Respecto a la armonización fiscal del Impuesto de Patrimonio que baraja el Gobierno central, justificó: “Tenemos que trabajar para que la fiscalidad sea progresiva y permita proteger y financiar los servicios públicos y garantizar unas condiciones mínimas de vida para la totalidad de la población”.
En este sentido denunció que “lo que se conoce como ‘dumping’ fiscal' de la Comunidad es “una anomalía”, y la describió así: “Una élite de millonarios residentes, a veces simplemente a efectos fiscales, en Madrid, estaba aprovechando una situación muy privilegiada de la capital para pagar muchos menos impuestos. Pagar menos impuestos significa peores servicios públicos y eso está afectando al estado de vida de la gente popular en Vallecas, en Andalucía o en Barcelona”.