Las actas de ETA siguen recogiendo los presuntos compromisos del Gobierno en la negociación. Uno era frenar los macrojuicios contra el entorno de ETA. En la práctica, fueron absueltos todos los procesados en los casos Egunkaria y Udalbiltza, acusados de inegración en ETA.
Otro compromiso lo recogen las actas del etarra Thierry. Se pretendía dejar en libertad a los etarras más sanguinarios de la banda suprimiendo al doctrina Parot, que alarga la pena de los condenados por delitos terroristas, entre los que se encontraban Ignacio Aracama Mendía, alias Makario (18 asesinatos), Santiago Arróspide, Santi Potros (ordenó el atentado de Hipercor), Henri Parot (el más sanguinario de los etarras), Inés del Río Prada (responsable de 23 asesinatos) y José Antonio López Ruiz, alias Kubati, (el asesino de la etarra arrepentida Yoyes).
Son algunos de los terroristas más sanguinarios de ETA, incluídos entre los 60 terroristas a los que se les aplica la doctrina Parot del Supremo y por la que siguen cumpliendo condena. Una doctrina por la que los beneficios penitenciarios se les aplican sobre el total de sus condenas y no sobre los 30 años que estarán en la cárcel como mucho.
Quince de esos etarras han pedido amparo al Tribunal Constitucional para que derogue la doctrina Parot.
Y eso es lo que según las actas etarras incautadas a Thierry, el Gobierno ofreció a ETA durante las reuniones de negociación del verano de 2006: Que la doctrina Parot: "la podrían dejar sin efecto, porque es cosa del Constitucional y pueden derogarla"
Es decir, que los enviados del Gobierno se jactaban de poder torcer el criterio de los jueces del Tribunal Constitucional, presidido entonces por María Emilia Casas, para que "ayudaran" a la negociación.
La doctrina Parot evita casos como el de De Juana Chaos, condenado a 3.000 años de cárcel que sólo cumplió 18. Con la doctrina Parot habría cumplido los 30 establecidos como máximo en el código penal de 1973.