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El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha señalado que el Gobierno cumplió la ley al permitir la marcha laica que recorrió este miércoles las calles del centro de Madrid y ha calificado de "incidentes menores" los altercados producidos a última hora. En declaraciones a la Cadena Ser, Jáuregui ha insistido en el que el Ejecutivo "no hizo nada mal". "Cumplimos las leyes y la policía actuó", ha relatado el ministro, que ha recordado que la delegación del Gobierno de la Comunidad de Madrid "decidió otro itinerario que los convocantes no aceptaron".

Así, el ministro ha señalado que la delegación del Gobierno "consideró que era imposible no permitir la marcha porque tenían derecho a celebrarla". "Era una cuestión elemental y se lo expliqué en multitud de conversaciones a los interlocutores de la Conferencia Episcopal y otros", ha detallado.

Tras los incidentes ocurridos, Jáuregui ha asegurado que "se entiende mejor que la delegación insistiera en que no pasara por la Puerta del Sol" pero, a su juicio, "se había ido construyendo una especie de leyenda sobre la manifestación" que dio lugar a una serie de "incidentes menores". "Lo que luego ocurrió bien entrada la noche con los pocos que quedaban allí obligó a una intervención menor y colateral", ha apostillado.

GONZÁLEZ PONS CRITICA LA "COMPLACENCIA" DEL GOBIERNO CON LOS MANIFESTANTES

El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha afirmado que el itinerario de la marcha laica de ayer no debería haberse aceptado porque se sabía que "iba a provocar la situación que provocó" y ha añadido que hacerlo conlleva "una complacencia con los que estaban manifestándose". En declaraciones a la Cadena Ser, González Pons ha defendido que se autorizara la marcha, porque todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, pero no con un recorrido que pasara por la Puerta del Sol.

El portavoz del PP ha dicho que entiende que haya una parte de la población que no comparta la visita del Papa, pero le sorprende, ha afirmado, que no se manifiesten cuando vienen "otros jefes de Estado extranjeros que no se caracterizan precisamente por su defensa de los derechos humanos ni de la paz".

A su juicio, "hay mucha causa española en el rechazo a un personaje universal como es el papa Benedicto XVI".Es algo, ha dicho, que tiene mucho que ver con la historia y "puede también que con la política que se ha hecho en los últimos años". En este sentido, González Pons ha afirmado que todos los políticos deberían "templar los ánimos y seguir pidiendo respeto, comprensión, aceptación y convivencia".