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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reclamado "respeto" por el acto de homenaje a las Fuerzas Armadas que se celebra todos los 12 de octubre, que, según ha subrayado, es "de todos" y que, a su juicio, debería desarrollarse con "tranquilidad".

De esta forma se ha pronunciado Zapatero a su salida del Congreso al ser preguntado por los abucheos que recibió durante el desfile de las Fuerzas Armadas, unos gritos que pedían su "dimisión" y que tanto el Rey como el Príncipe y el resto de miembros del Ejecutivo han lamentado.

A este respecto, el jefe del Ejecutivo ha subrayado que en España la libertad de expresión es "amplia", si bien ha apuntado, a renglón seguido, que también "todo el mundo" debe de coincidir en "el respeto" a un acto que es "de todos", como es el Día de la Hispanidad, que debe discurrir "por los derroteros de la tranquilidad".

"Las personas que se manifestaron o que expresan una y otra vez una posición tienen lógicamente el derecho, pero deberían de intentar mantener el respeto", ha concluido el presidente, quien ayer indicó que los abucheos que recibió desde su llegada al desfile formaban "parte del guión".

CHACÓN ANUNCIA REUNIÓN CON PARTIDOS PARA CONSENSUAR PROTOCOLO FIESTA NACIONAL

El Gobierno ha decidido convocar a todos los grupos parlamentarios para consensuar un protocolo de celebración de la Fiesta Nacional del día 12 de octubre que permita el "respeto" a la bandera de España, a los caídos y a las Fuerzas Armadas, según ha desvelado este miércoles la ministra de Defensa, Carme Chacón.

En declaraciones a los periodistas tras asistir a un desayuno informativo del presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, Chacón ha lamentado que ayer "grupos de reventadores" faltaran al "respeto" a las Fuerzas Armadas, "a la bandera nacional e incluso a los caídos por España y sus familiares", que según ha asegurado estaban "muy molestos" con esta actitud.

Por ello, ha animado a "estos grupos de reventadores" a expresar su malestar con el Gobierno durante los otros 364 días del año e incluso, si quieren hacerlo el mismo día 12 de octubre, a que tengan "el valor" de convocar una manifestación. "Pero que no perturben una fiesta de todos", ha reclamado antes de desvelar la intención del Gobierno de consensuar con todos los grupos parlamentarios un protocolo de actuación sobre la Fiesta Nacional y el desfile.

La ministra también ha lamentado la actitud de Venezuela y su ausencia en la marcha argumentando que su abanderado estaba enfermo. "Las Fuerzas Armadas estamos muy satisfechas de la respuesta de México, Argentina, Chile y Bolivia, el acto de Venezuela por sí sola se califica", ha censurado.

AGUIRRE ADMITE QUE LOS ABUCHEOS A ZAPATERO FUERON EN UN MOMENTO "INADECUADO"

La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha admitido hoy que los abucheos que recibió el presidente del Gobierno en el desfile de la Fiesta Nacional se produjeron en un momento "especialmente inapropiado e inadecuado" porque la gente estaba muy lejos y "no oía bien" lo que ocurría.

Aguirre, que ha visitado la ampliación de un colegio en la localidad madrileña de Las Matas, ha dicho que está "siempre en contra de los abucheos", pero que los políticas y ella misma tienen "la obligación de aguantarlos en muchas ocasiones".

Sin embargo, los que recibió ayer el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en el momento en que se homenajeaba a los militares caídos en acto de servicio obedecen, según Aguirre, a que "se habían suprimido las tribunas de público" y además, se les había situado muy lejos del lugar de las autoridades. Ha subrayado además que los espectadores fueron colocados tras unas verjas aduciendo motivos de seguridad que "no pueden ser ciertos, -ha dicho- porque otros años no han existido".

Ha apuntado también que con esa infraestructura se ha querido "restar protagonismo" al desfile, cuando "las Fuerzas Armadas son la institución más valorada por los españoles" y hay que procurar que el desfile "sea cada año un poco mejor". Según ha indicado Aguirre, su propia Secretaría solicitó entradas para que los diputados de la Asamblea de Madrid pudieran seguir el desfile desde la tribuna y "no se las dieron a nadie porque decían que habían reducido el espacio" aunque ha añadido que la autoridades estaban "en el mismo sitio que el año pasado".

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguraba sobre los abucheos al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que hay que asumirlos "con respeto y normalidad" aunque ha matizado que ese "descontento" ciudadano debería haberse producido en otro momento, y no cuando se honraba a los militares fallecidos. "Creo que cuando estás en un cargo político tienes que saber que, no sé si está en el guión o en tu sueldo, pero que tienes que estar siempre preparado y que los ciudadanos tienen un derecho a manifestar un descontento por tu gestión", ha señalado en una entrevista en la cadena Cope. También ha tenido palabras para las declaraciones de algunos miembros del Ejecutivo, que han tachado de "energúmenos" y de "extremistas ultras" a aquéllos que profirieron los abucheos. En este punto, el alcalde ha considerado que "descalificar y etiquetar una manifestación de descontento es un error por parte del Gobierno".

Por su parte, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, consideraba "esperpéntico" que se atribuyan a la extrema derecha los abucheos que recibió ayer el presidente del Gobierno, ya que provenía de "ciudadanos cabreados por la política del Ejecutivo central y la situación económica a la que nos ha abocado". "Los políticos tenemos que respetar la libertad de expresión de los ciudadanos, aunque parece que hay algunos como los socialistas que la respetan siempre que no suponga demostrar un descontento con el Gobierno", aseguraba Granados, quien puntualizó que al Ejecutivo regional "no le gusta que abucheen al presidente del Gobierno", pero "si el Gobierno considera que lo de ayer fue fruto de algunos grupos organizados de extrema derecha creo que está mucho más alejado de la realidad de lo que pensábamos", y se preguntaba, si ,con el mismo razonamiento, "también eran de extrema derecha los sindicalistas que pedían la dimisión de Zapatero delante de los líderes de CCOO y UGT".