El Gobierno cesa al embajador de Bélgica por una gestión "muy desfavorable"

El Gobierno ha ordenado la destitución del embajador de España en Bélgica, Ignacio Jesús Matellanes Martínez, después de la realización de una inspección urgente en la Embajada española en Bruselas que resultó "muy desfavorable" a la gestión en la misión diplomática.

El cese del embajador, aprobado en el Consejo de Ministros de este viernes a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se publicó este sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Las conclusiones de dicha inspección "parecen ser especialmente condenatorias en todos los aspectos relacionados con el trato dispensado al personal funcionario y laboral que presta servicios en esa Representación", según denunció en un comunicado el sindicato SISEX-USO.

El sindicato anunció que antes de la Semana Santa se realizó una inspección urgente en la Embajada de Bruselas que arrojó un resultado "muy desfavorable" a la gestión de Matellanes.

Ante esta situación, el sindicato indicó que "a la vista del estado de alarma que se ha generado", el jefe de la diplomacia española debería ordenar el cese de "manera cautelar" de Matellanes y ordenar la apertura del "correspondiente expediente informativo, encaminado a comprobar la veracidad de las graves acusaciones formuladas contra el embajador y en su caso, imponer las sanciones pertinentes".

Al mismo tiempo, el sindicato mostraba su sorpresa por la "agilidad tantas veces demostrada por la Dirección General del Servicio Exterior a la hora de cesar sin ningún procedimiento previo a los funcionarios de nivel medio y bajo, no haya sido todavía puesta en evidencia después de una inspección que ha arrojado resultados de tanta gravedad".

Fuentes diplomáticas consultadas por Servimedia explicaron que los informes de las inspecciones de embajadas son confidenciales para preservar los derechos y la intimidad del personal diplomático.

Estas mismas fuentes indicaron que este tipo de inspecciones sirven para monitorizar, de modo ordinario y habitual, el buen funcionamiento de las representaciones diplomáticas y consulares, así como la mejora de los servicios y funciones encomendadas a éstas.

De modo excepcional estas inspecciones se pueden realizar cuando se dan circunstancias que así lo justifican a juicio de la superioridad.