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La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha anunciado que el Ejecutivo aprobará próximamente la unificación de los fondos de garantías de depósitos de bancos, cajas y cooperativas de crédito para que el sector asuma las pérdidas que surjan en las cajas en las que el Estado ha inyectado dinero. En rueda de prensa, Salgado ha asegurado que la modificación tiene como objetivo que "si resulta preciso", el nuevo fondo aporte más recursos para sanear las entidades, sin que esto afecte al déficit público ni suponga coste alguno para el contribuyente.

A partir de ahora, el nuevo fondo, con un patrimonio de 6.593 millones aportados por las entidades, va a proveer "garantías" al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), creado con dinero público, para asumir los coste ocasionados por el saneamiento y la reestructuración del sistema financiero.

Salgado ha explicado que el nuevo Fondo de Garantías seguirá teniendo sus funciones de cubrir un posible impago de los depósitos de los clientes, con un máximo de 100.000 euros por usuario y entidad, además de poder realizar actuaciones para reforzar la solvencia de una entidad en dificultades.

Sin embargo, la novedad es que este fondo asumirá las pérdidas que puedan surgir como consecuencia del saneamiento de las cajas a las que el Estado prestó dinero para su reestructuración y en las que inyectó 7.551 millones a cambio de ser accionista.

Esto se traduce en definitiva en que los fondos de los bancos y las cooperativas de crédito participarán en el saneamiento de las cajas, las únicas que hasta ahora se han visto inmersas en el proceso de reestructuración.

De esta forma, el nuevo fondo, que seguirá nutriéndose cada año de unos 850 millones aportados por las entidades, evitará que se produzcan pérdidas para el erario público si el Estado vende su participación en una entidad por debajo del precio al que entró.

La diferencia la pondrá el nuevo Fondo de Garantía, una vez descontados los intereses que pudiera recibir el Estado por el dinero prestado a las cajas al principio del proceso de reestructuración para crear nuevos grupos.

La vicepresidenta ha puesto como ejemplo que en el caso de que en la subasta de la Caja del Mediterráneo (CAM), en la que se inyectó 2.800 millones, la entidad se vende con pérdidas, ese quebranto lo asumirá el nuevo fondo y no el Estado.

En este sentido, Salgado ha matizado que aunque el fondo esté constituido en buena medida con aportaciones de los bancos, ese capital no puede ser considerado patrimonio de dichas entidades.

Además, la vicepresidenta ha argumentado que la división de fondos de garantías de depósitos por tipo de entidad, que hacía que hasta la fecha hubiera tres fondos, "ha perdido mucho sentido" si se tiene en cuenta que casi todas las cajas de ahorros se han convertido en bancos.

Por eso, ha añadido, el Gobierno aprobará en un próximo Consejo de Ministros la unificación de los fondos de garantías de depósitos a través de un real decreto ley, que será convalidado por la Diputación Permanente del Congreso.

En su comparecencia, Salgado también ha elogiado la consolidación de las cajas de ahorros, que han reducido más de un 13 % su red de sucursales y más de un 10 % su plantilla. No obstante, ha sugerido que aún quedan más ajustes.

En el último año las cajas de ahorros pasaron de 45 a 15 entidades, con lo que su tamaño medio aumentó de 28.504 a 85.512 millones de euros.