El ministro del Interior, Antonio Camacho, ha negado este jueves que el Gobierno haya ejercido ningún tipo de presión para que la causa que investiga el chivatazo a miembros del aparato de extorsión de ETA haya sido elevada al Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y ha insistido en su respeto a las decisiones de la administración de justicia.
Tras visitar la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT) para analizar el dispositivo de la Operación Especial que se pondrá en marcha a partir del 1 de agosto, Camacho ha sido preguntado por el denominado caso Faisán y ha insistido en no hacer declaraciones sobre ningún procedimiento judicial en marcha.
Sin embargo, sí que ha sostenido que "evidentemente" no se ha producido ninguna presión del Gobierno para elevar la causa al Pleno y ha advertido de que ningún juez ni tribunal español admitiría este tipo de interferencias. "Pero además el Gobierno no ha presionado ni en este procedimiento ni en ningún otro. Es absolutamente respetuoso con los tiempos de la administración de justicia como hay que ser", ha sostenido.
En este contexto, Camacho ha querido realizar una "reflexión general" para reiterar su "exquisito" respeto a todas las decisiones judiciales "nos gusten o no nos gusten" y ha censurado a quienes "ensalzan" a un juez cuando toma una decisión favorable y en cambio buscan "hundirle" en caso contrario.
"En democracia, las resoluciones judiciales pueden ser objeto de una crítica racional, pero se respetan todas nos gusten o no", ha reiterado antes de negarse también a considerar que el hecho de que la causa del chivatazo vaya a ser estudiada por el Pleno beneficia al PSOE y rechazar que esta decisión le haga a él estar más tranquilo. "En ningún momento estoy intranquilo porque confío en la administración de justicia y sus tiempos", ha garantizado.