El ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, ha negado que el Gobierno español vaya a crear un "banco malo" donde se acumulen los activos inmobiliarios de los prestamistas con problemas de liquidez.
En su defecto, De Guindos ha abogado por agrupar dichos activos en "entidades" diferentes o crear "activos asegurados" para los que ya existen fondos para que sean más valorados y puedan ser vendidos con mayor facilidad.
"El Gobierno no creará nada, ni un banco bueno, ni un banco malo y no se destinará ni la más pequeña de las cantidades de dinero público para ello", ha declarado De Guindos en Washington durante la cumbre que allí se ha celebrado del Fondo Monetario Internacional (FMI). "Lo que estamos experimentando es un proceso de ajusto en el valor de los activos, lo cual, a cambio, debería ayudar a su venta", ha concretado el ministro.
Esta semana, la Unión Europea (UE) sostuvo que España no necesita ayuda para recapitalizar el sistema bancario y descartó la posibilidad de que necesite un rescate financiero. Asimismo, De Guindos aclaró en febrero que las entidades bancarias española tienen de plazo hasta finales de mayo para presentar los planes de fusión que se materializarían en un máximo de dos años.
Dos fuentes cercanas al proceso de recapitalización bancaria han asegurado bajo la condición de anonimato a la cadena estadounidense Bloomberg que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió al menos dos estudios académicos acerca de cómo crear un banco malo.
El ministro de Economía ha esgrimido la "enorme estabilidad política" del actual Gobierno español como garantía de la recuperación económica de España y del éxito de sus reformas.
Ante sus socios internacionales, reunidos con motivo de los encuentros de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), De Guindos atribuyó a "los errores" de la política fiscal del gobierno anterior la responsabilidad de la "complicada" situación por la que atraviesa el país.
Según el ministro, la combinación de consolidación fiscal con reformas estructurales por la que ha optado el nuevo gobierno en España "es la aproximación adecuada", a juzgar por las recomendaciones que el propio FMI hizo hoy en su comunicado final.
La organización financiera multilateral se pronunció hoy a favor de una consolidación fiscal creíble en los países avanzados con problemas de déficit público excesivo, pero de acuerdo con una graduación que minimice el impacto de los recortes sobre el crecimiento económico.
En conferencia de prensa celebrada tras participar en los encuentros, el ministro argumentó que hay un elemento "claramente favorable a España" en las circunstancias actuales.
"España tiene un gobierno con enorme estabilidad desde el punto de vista político: elegido en las urnas, con mayoría en el Parlamento y con un mandato claro", dijo.
"Eso hace que tenga unas garantías a la hora de implementar las políticas económicas adecuadas y unas garantías de continuidad en dicho esfuerzo que son fundamentales" en el momento presente.