El Tribunal Supremo ha notificado hoy formalmente al todavía portavoz del PDeCAT en el Congreso, Francesc Homs, su condena de inhabilitación para ejercer cargo público dictada la semana pasada por su participación en la consulta soberanista del 9N.
Una secretaria judicial ha acudido al Congreso donde le ha entregado en mano en su propio despacho la sentencia que le condena a trece meses de inhabilitación especial para el ejercicio de cargos públicos electivos y de funciones de gobierno.
La secretaria del Supremo ha llegado al despacho del portavoz del PDeCAT minutos antes de que él lo hiciera, por lo que ha tenido que marcharse y volver más tarde, cuando Homs ya estaba acompañado por decenas de medios de comunicación.
Homs ha acudido al Congreso arropado por miembros de su partido, entre ellos el diputado Jordi Xuclá.
A pesar de esta notificación, el portavoz nacionalista continuará en su escaño mientras el Congreso no reciba el auto de ejecución del Tribunal Supremo de su condena de inhabilitación.
Así lo ha avanzado la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que ha asegurado que está "a la espera" de lo que ordene el Tribunal Supremo.
"Tenemos que recibir el auto de ejecutoria", ha asegurado Pastor a su llegada hoy a la Mesa del Congreso.
Francesc Homs ha sido condenado por desobedecer el mandato del Tribunal Constitucional de detener los preparativos de la consulta del 9N de 2014, un proceso en el que él participó como conseller de Presidencia de la Generalitat.
El portavoz del PDeCAT ha asegurado este martes que, mientras continúe con su condición de diputado, ejercerá su responsabilidad "hasta el último minuto", es decir, hasta que se haga efectiva la sentencia del Tribunal Supremo que le ha condenado a una inhabilitación de 13 meses para cargo público por la consulta soberanista del 9N.
En declaraciones a los periodistas antes de la reunión de la Junta de Portavoces, Homs ha subrayado que afronta con "tranquilidad" y "serenidad" el que podría ser su último Pleno del Congreso como diputado, y ha dicho que tiene la conciencia "tranquila". De hecho, ha apuntado que volvería a "sacar las urnas a la calle" como aquel 9 de noviembre de 2014.
"En el terreno personal, no tengo reproche alguno, pero en el político creo que el problema lo tiene más bien un Estado que se dice democrático y de derecho en el que alguien pueda acabar inhabilitado, despojado de aquello que le encargó la ciudadanía, por haber puesto urnas", ha manifestado.