María Jesús preparara su cumpleaños y el de su hija, Irene. Esta tarde celebrarán que hace 20 años volvieron a nacer. Lo hacen cada otoño, desde aquel 17 de octubre de 1991. Hoy, quizás, con más amargura. El aniversario de aquel crimen coincide con la celebración de la llamada "conferencia de paz" en San Sebastián
El 17 de octubre de 1991 fue uno de los días más negros e impactantes del terrorismo etarra. Una niña de trece años, Irene Villa, era una de las víctimas de la cadena de atentados con la que Madrid se despertó aquel fatídico.
Irene y su madre, María Jesús, sobrevivieron con graves amputaciones. La imagen de ese atentado se convirtió en un símbolo de la sinrazón y la crueldad de ETA. La fecha elegida para la conferencia de Paz es para ellas cuando menos una broma macabra.
Hija de la funcionaria de la Dirección General de la Policía María Jesús González, fue víctima de un sangriento atentado con coche bomba en la calle Camarena de Madrid cuando iba camino del colegio con su madre. Irene perdió las piernas y tres dedos de una mano. Su madre perdió una pierna y un brazo. En el mismo atentado, ETA mató al comandante del Ejército de Tierra Francisco Caballar y causó graves mutilaciones al comandante de Infantería Rafael Villalobos. Los etarras José Javier Arizkuren Ruiz "Kantauri" y Soledad Iparraguirre "Anboto" están acusados del atentado.