José Luis Moreno podría haber estafado hasta 12 millones de euros con ayuda de empleados de la banca
La Policía Nacional también investiga otra empresa relacionada con el tráfico de drogas
EFE
La Policía Nacional sigue investigando en la operación 'Titella' y cree que uno de los presuntos líderes de la organización en la que sitúa al productor José Luis Moreno estafó 12,5 millones de euros en diferentes bancos para conseguir "financiación fraudulenta" gracias a la "connivencia" de varios empleados de entidades, que recibieron "obsequios a cambio".
Una de las conclusiones a las que llegan los agentes en su oficio del pasado 21 de junio, es que la presunta organización que investiga la Audiencia Nacional contó con la colaboración de "directores de entidades bancarias, que cuanto menos" obviaron "la diligencia debida a la hora de aprobar las operaciones de financiación que les presentan".
Una falta de celo que se suma a algún hecho delictivo, dicen los agentes, que han encontrado casos de empleados que han participado directamente en los hechos "percibiendo beneficio personal por sus servicios".
José Luis Moreno era una buena 'tarjeta de presentación'
Gracias a ello, Antonio José Salazar, a quien la Policía sitúa, como a José Luis Moreno, en el liderazgo de esta supuesta red, estafó "aproximadamente un total de 12.563.792 euros en distintas entidades bancarias entre 2017 y 2020" y se sirvió de "multitud de productos bancarios" -incluidos créditos ICO- para conseguir "esa financiación fraudulenta en las distintas sociedades que gestiona".
Incluso llegaban a simular que las empresas tenían actividad mercantil (desplazando empleados y material falsos) para engañar a empleados de banca que no colaboraban con ellos y conseguir financiación.
Según la tesis de los agentes, Salazar era el encargado, junto a Antonio Aguilera, de "conseguir la sociedades, maquillarlas, poner un administrador y presentarlas antes los bancos como las beneficiarias de la financiación" cuando en realidad carecían casi siempre de actividad real, y su finalidad no es otra que "la de lucrase de manera ilegítima".
Ambos tenían los conocimientos "en operativa bancaria y mercantil" y Moreno la fama y el nombre que serían la "tarjeta de visita" para conseguir la financiación.
Una operativa que conllevó la utilización de empresas pantalla, testaferros y facturación falsa, según los agentes, que también creen que Moreno introdujo dinero desde el extranjero mediante empresas interpuestas, unos movimientos que justificó con facturas presuntamente fraudulentas.
Los investigadores también han constatado la existencia de otra organización ligada a esta que tendría como actividad principal el tráfico de drogas y que usaría la red en la que está involucrado Moreno para "blanquear el dinero negro obtenido".
Ambas organizaciones movían grandes cantidades de dinero y una de las formas de darle salida, prosigue el oficio policial, era llevarlo en efectivo a las oficinas bancarias, donde había empleados que, "a cambio de pagos", se encargaban "de introducir este dinero negro en el circuito legal nuevamente".
Por ejemplo, a cambio de facilitar un ingreso en efectivo, Antonio Aguilera traspasó, según explica la Policía en otro oficio, el fondo de pensiones de su madre, que tenía más de 1 millón de euros, lo que supondría para el director de la entidad, ubicada en Madrid, "el cobro de comisiones o productividades" y el "crecimiento" de la sucursal.
La Policía recuerda que en noviembre de 2020 se incautaron 1,3 millones de euros que ocultaba una investigada que presuntamente actuó de mula al servicio de la organización. Destaca asimismo el envío de remesas de dinero a paraísos fiscales como las islas Maldivas o a otros países como Alemania o la República Checa.