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El diputado de Junts Josep Rull fue elegido este lunes como nuevo presidente del Parlament de Cataluña tras dos votaciones, después de que su partido y ERC llegaran a un acuerdo para que esta institución estuviera liderada por una fuerza independista y no por el PSC, al que también se sumó la CUP.

Esta mañana se hablaba de un preacuerdo entre ERC y Junts para hacer presidente de la Mesa del Parlament a Josep Rull.

Sin embargo, en la primera votación solo votaron a favor de él los 35 diputados con los que cuenta este partido, mientras que los republicanos y la CUP votaron en blanco.

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Los socialistas votaron por Sílvia Paneque; los populares, por Pere Lluís Huguet Tous; Vox, por María García Fuster; y los Comuns, por Susana Segovia.

Como ninguno de los nombres que salieron en esta primera votación contaron con mayoría absoluta, que es de 68 diputados, hubo una segunda votación.

En esta segunda votación solo se podía votar por Rull o por Paneque.

En total, el diputado de Junts obtuvo 59 votos y la del PSC 42, de modo que el juntarie fue proclamado presidente del Parlament por mayoría simple.

El líder de Junts+, Carles Puigdemont, ha felicitado a Josep Rull, tras haber sido elegido presidente del Parlament: "Una Presidencia del Parlament decidida codo con codo y discreción con ERC y la CUP".

Así se ha expresado Puigdemont en un apunte en 'X', en el que también ha agradecido a las expresidentas de la Cámara catalana Laura Borràs y Anna Erra, y a la exsecretaria de la Mesa Aurora Madaula "por el trabajo nada fácil de todos estos años".

VOTO DE LOS DIPUTADOS HUIDOS AL EXTRANJERO

La sesión de este lunes ha estado presidida por el diputado de mayor edad de la Cámara, Agustí Colomines (Junts) asistido por los dos más jóvenes en calidad de secretarias, Mar Besses (ERC) y Júlia Calvet (Vox).

La votación no ha estado exenta de polémica al haber aceptado la Mesa de Edad el voto de los tres diputados huidos en el extranjero, Carles Puigdemont y Lluís Puig (Junts) y Ruben Wagensberg (ERC) --en su caso de baja médica--.

Todo ello después de que Colomines, en su intervención en la sesión inaugural, haya tachado de anomalía que los tres diputados electos "aún vivan en el exilio".

En este sentido, Colomines anunció que el diputado de ERC Ruben Wagensberg delegó su voto en Marta Vilalta y los diputados de Junts Puigdemont y Puig lo delegaron en Albert Batet.

Tras ello, el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha avisado de que presentarán un recurso de amparo al Tribunal Constitucional (TC), y el diputado de Vox Joan Garriga ha reclamado la palabra para pedir la reconsideración de los votos delegados y que se convocara una Junta de Portavoces para reconsiderar la decisión de la Mesa de Edad, petición que ha sido denegada.

Garriga ha avanzado que su partido interpondrá una querella "por prevaricación y desobediencia" contra Colomines y Besses, por haber aceptado la delegación de voto de los tres diputados.

RESTO DE MIEMBROS DE LA MESA

ERC desveló durante el transcurso del pleno que había acordado con Junts que los de Puigdemont se quedaran con la Presidencia del Parlament y con una Secretaría, mientras que los republicanos se harían con la Vicepresidencia de esta institución y otra Secretaría para que el independentismo se asegurara una "mesa anti represiva".

De este modo, la vicepresidenta del Parlament es Raquel Sans, y el segundo vicepresidente, David Pérez, del PSC.

Las secretarías las ocuparán Glòria Freixa (Junts), Juli Fernández (ERC), Rosa María Ibarra (PSC), y Judith Alcalá (PSC), en este orden.

De este modo, las fuerzas independentistas se hacen con cinco puestos en la Mesa del Parlamento y el PSC con dos.

NEGOCIACIONES PARA LA PRESIDENCIA DE LA GENERALITAT

El acuerdo entre independentistas asegura la presidencia del Parlament para un diputado de Junts, que dispondrá de diez días hábiles para abrir consultas con los líderes parlamentarios y proponer a un candidato a la investidura del próximo presidente de la Generalitat, que deberá celebrarse como muy tarde el 25 de junio y a la que aspiran Salvador Illa y Carles Puigdemont.

Al tener ahora la manija, Junts puede dar prioridad a Puigdemont en el debate de investidura, al que también se postula Illa, aunque será a partir de ahora cuando empezarán de vedad las negociaciones para la presidencia de la Generalitat.

Illa, que ganó las pasadas elecciones catalanas con 42 escaños, tiene más números para ser investido, aunque para ello necesita no solo el apoyo de los seis diputados de Comuns Sumar, sino también de los veinte de ERC, con los que se aseguraría la mayoría absoluta.

Los republicanos no cierran la puerta a investir a Illa, pero el precio que exigen pasa, en primer lugar, por acordar un modelo de financiación singular para Cataluña.

Las opciones de Puigdemont, en cambio, pasan por una carambola por ahora inverosímil, que consiste en recabar el apoyo de ERC y la CUP y, además, la abstención de los socialistas, un escenario que parece impensable, por lo que en Junts ya especulan con una posible repetición electoral en octubre.