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La Justicia catalana ha anulado por primera vez una multa lingüistica que la Generalitat impone a los comerciantes que no rotulan en catalán en sus tiendas. La sentencia da la razón a un comerciante, dueño de un establecimiento de Montornés del Vallés.

Francisco Vicente, es el propietario de una frutería en Montornés del Vallés, al que la Generalitat de Cataluña impuso una multa por no rotular en catalán su negocio. Su cartel en el que puede leerse "Frutas y Verduras Mayo", no cumplía las leyes lingüisticas catalanas que exigen que, al menos, debería estar escrito en catalán.

En septiembre de 2009 un ciudadano le denunció y la Generalitat le impuso una sanción de 1.200 euros.

Francisco lo consideró injusto y pese a ello incluyó un rotulo integramente escrito en catalán con los horarios de apertura al público.

Ángeles Menchen, su abogada, considera que "lamentablemente están persiguiendo el idioma castellano. Es un contra España", asegura la abogada.

Tres años después el Constitucional le ha dado la razón. El Gobierno catalán se ha visto obligado a a acatar la sentencia de 2012 que anula imposición de estas multas.