Cerca de 30.000 personas se han concentrado en el paseo Lluís Companys de Barcelona, cerca del Parlament, la tarde de este martes con motivo de la declaración del presidente del Govern, Carles Puigdemont, según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona a Europa Press.
La ANC y Êmnium Cultural han convocado la concentración en apoyo al Parlament y el paseo, custodiado en el Arc de Triomf por un grupo de tractores.
La zona se ha llenado paulatinamente mientras se aproximaba la hora prevista del discurso --inicialmente las 18.00 horas--, hasta llegar a las decenas de miles cuando ha empezado su discurso el presidente catalán, poco después de las 19.
La concentración ha tenido un ambiente mediático y de fuerte expectación entre los asistentes, de todas las edades, y entre los concentrados se ha visto una mayoría de 'estelades' --tanto enarboladas como anudadas al cuello y a la cintura--, banderas del 'Sí' y carteles que rezaban 'SOS Democracy!' --que eran repartidos--.
Las personas concentradas han seguido en silencio el discurso, en medio de aplausos en momentos clave como cuando se ha recordado a los heridos el 1-O, para estallar de júbilo cuando Puigdemont ha afirmado que asumía el mandato de que Catalunya sea un estado independiente en forma de república.
Sin embargo, acto seguido, cuando ha apostado por suspender los efectos de la declaración, a la espera de iniciar un diálogo en las próximas semanas, la multitud ha reaccionado con algunos silbidos y un silencio mayoritario.
SEMBLANTES SERIOS
Al final de su discurso la mayoría le ha refrendado con un aplauso aunque menos intenso que durante el discurso, en el que ha asumido que Catalunya sea un estado independiente, pero aplicarlo en diferido, y una gran parte ha ido abandonando el paseo sin esperar a las intervenciones de los grupos parlamentarios, con semblantes muy serios de contrariedad y perplejidad.
Acto seguido, al subir al hemiciclo la líder de Cs en el Parlament, Inés Arrimadas, se la ha recibido con gritos y abucheos, que también ha recibido el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.
El más criticado y pitado por los manifestantes ha sido el presidente del PP de Catalunya, Xavier Garcia Albiol, especialmente cuando ha dicho que no va a haber ninguna república catalana independiente, a lo que le han respondido a gritos de 'Independencia'.