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Los saqueadores confesos del Palau de la Música Fèlix Millet y Jordi Montull desviaron 2,5 millones de euros de las cuentas de la institución cultural a obras particulares, según han confirmado hoy ante el tribunal los peritos de la Agencia Tributaria y de la auditora Deloitte. En el juicio por el expolio del Palau, los responsables de Hacienda y de Deloitte han confirmado los informes que elaboraron a instancias de la Fiscalía y de la Fundación del Palau de la Música, respectivamente, para cuantificar el dinero que Millet y Montull desviaron para sufragar obras de reforma en sus casas.

Los peritos de la Agencia Tributaria han reconocido que en sus primeros informes mantenían una cifra parecida a la confesada por Millet -1,3 millones- y los Montull- 222.000 euros-, aunque luego la incrementaron hasta los 2,5 millones a partir de datos que no contrastaron de la auditoría de Deloitte, de las confesiones, de un informe de la Intervención de la Generalitat y de otros 442.000 euros que la exresponsable de mantenimiento del Palau Marta Bas denunció que se habían desviado para obras particulares.

En total, según Hacienda y Deloitte, Millet desvió para obras particulares 2,3 millones de euros procedentes del Palau de la Música y los Montull 220.000 euros -124.540 para Jordi Montull y 97.540 para su hija, la exdirectora financiera Gemma Montull-.

Por contra, los tres peritos que elaboraron un informe a instancias de las defensas de Millet y los Montull, encabezados por el economista José María Gay de Liébana, han discrepado respecto a las cifras expuestas por Hacienda y Deloitte, en concreto en 70.000 euros con relación a las facturas esgrimidas por Marta Bas cargadas a la Fundación del Palau de la Música y en 115.000 euros del dinero supuestamente desviado del Consorcio del Palau, que se nutre de fondos públicos, en ambos casos sin IVA.

Los peritos de Hacienda han explicado que lo que sí contrastaron fueron los borradores de facturas que se hallaron en el registro del Palau, en los que aparecía un importe vinculado a obras particulares, especialmente en el domicilio de Fèlix Millet en L'Ametlla del Vallès (Barcelona), que se cargaba a la Fundación o al Consorcio en concepto de mantenimiento en la institución cultural.

Los técnicos de Hacienda comprobaron que el importe de las facturas figuraba en la contabilidad del Palau, ya que constaban salidas de dinero de las cuentas de la institución por esos importes, al menos entre 2006 y 2009. En algunos casos, según los peritos de la Agencia Tributaria, las facturas estaban inicialmente dirigidas a la Fundación, pero luego quien pagaba era el Consorcio.

Por su parte, los peritos de Deloitte, que elaboraron su informe a requerimiento del Palau de la Música tras estallar el escándalo por el saqueo, han afirmado que para elevar hasta los 2,5 millones de euros el dinero desviado en obras particulares lo contrastaron con los proveedores.

Los auditores de Deloitte también localizaron facturas duplicadas entre la Fundación y el Consorcio del Palau. En cambio, Gay de Liebana se ha quejado de que la información que les facilitó el Palau para elaborar su informe a instancias de las defensas de Millet y Montull ha sido "muy escasita, muy justita" y que cuando permitieron que sus colaboradores fuesen al Palau a buscar documentación les tuvieron "en un sótano".

Por otra parte, los representantes de la Agencia Tributaria han detallado que sospechan que Millet y Montull desviaron otros 531.000 euros del Palau a pagar viajes exóticos a través de un agencia, porque comprobaron que había reintegros en efectivo que por fecha e importe coincidían con el pago por estos servicios.

En este caso, la auditoría de Deloitte eleva la cifra hasta los 645.000 euros, porque esta cantidad es la que les certificaron desde la propia agencia, según sus peritos.