El presidente de la Generalitat en funciones y aún primer secretario del PSC, José Montilla, ha renunciado a ser el líder de la oposición y a su escaño en el Parlamento catalán, después de que el partido cosechara sus peores resultados de la historia en las elecciones autonómicas de este domingo.
Así lo ha anunciado este lunes a mediodía en rueda de prensa desde la sede central de los socialistas catalanes, tras una larga reunión de la comisión ejecutiva del partido.
Tras saberse el resultado electoral, Montilla ya avanzó el domingo que seguirá ocupando la primera secretaría del partido sólo hasta el próximo congreso del partido, que ha confirmado que será en otoño, tras las elecciones municipales.
Se trata de un proceso largo y a fondo, que quiere implicar a toda la militancia socialista, y que partirá de la "discusión franca y la escucha activa", ha recalcado.
En una larga reunión de la ejecutiva que, según Montilla se ha caracterizado por su "franqueza", el aún presidente de la Generalitat ha formalizado la renuncia a su escaño y a liderar el grupo parlamentario, tarea que por ahora recae en una figura de consenso entre todos los sectores del partido: el conseller de Política Territorial y Obras Públicas en funciones, Joaquim Nadal.
La elección de Nadal ha sido por unanimidad, mientras que el portavoz del partido y viceprimer secretario, Miquel Iceta, seguirá como portavoz del grupo. Montilla ha recalcado que el PSC hará una oposición responsable, no como la que en su opinión está haciendo el PP en las Cortes.
En la campaña electoral, Montilla indicó que, si no ganaba las elecciones, no repetiría como candidato socialista a la reelección, aunque había evitado dar detalles sobre si también dejaría el liderazgo del partido.
Ha recalcado que toma esta decisión desde el convencimiento, para que sea decisiva y permita reconstruir al PSC como alternativa sólida ante el nacionalismo conservador.
"Yo no me cojo a la silla y al cargo. Soy coherente y consciente de que una derrota en el Parlament debe tener alternativas de futuro, y mi presencia en el Parlament lo impediría", ha dicho Montilla, recalcando que actúa desde la convicción.
El PSC ha obtenido este domingo el peor resultado en unas elecciones autonómicas, y la primera consecuencia inmediata ya ha sido una cabeza, la del aún presidente de la Generalitat y primer secretario del partido, José Montilla. En ningunas elecciones autonómicas en Cataluña, jamás habían estado los socialistas por debajo del 20%.
En cualquier caso, el resultado de este domingo es un golpe para el socialismo catalán: consiguen 28 diputados, poco más del 18% del voto y pierden casi 565.000 sufragios, el doble de su principal rival, CiU.
El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, subrayado este lunes que la derrota del PSC en las elecciones catalanas no permite anticipar resultados para las elecciones municipales y autonómicas de 2011 o las generales de 2012 y, además ha tildado de "pequeño" el avance del PP, que se ha situado como tercera fuerza política en la comunidad.
"Las elecciones autonómicas no son elecciones que puedan ser consideradas como primarias para otros procesos", ha dicho en rueda de prensa posterior a la reunión de la comisión permanente de la dirección del PSOE, que ha hecho un primer análisis de los resultados. Iglesias ha subrayado que los catalanes "siempre" han votado de manera distinta en elecciones locales, autonómicas y generales.
Según el 'número tres' del PSOE, la debacle socialista, que obtuvo los peores resultados de su historia, se debió sobre todo a que sus votantes se quedaron en casa, principalmente por su descontento con el tripartito. A su juicio, en el resultado electoral ha influido "extraordinariamente" la fórmula de gobierno, aunque también la crisis económica, porque Montilla ha tenido que gobernar en "un momento muy difícil".
Así, el PSOE saca como conclusión que debe explicar mejor a los ciudadanos sus reformas, consciente de que la crisis se llevará por delante a los gobiernos que estén "inactivos" ante la crisis o que no sepan explicar y hacer calar sus medidas.
Sobre el PP, Iglesias ha admitido que este partido ha "rentabilizado bien" en escaños su "pequeño crecimiento" y lo ha atribuido a una "activación especial de su propio electorado". No obstante, ha subrayado que no ha sido el mejor resultado para el PP que, en términos absolutos, obtuvo más votos en 1995 y 2003 y ha ironizado con la alegría de los 'populares'.