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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha insistido este martes en que "la confianza hay que ganársela" y "trabajársela" y que "no vale esperar que la traiga nadie servida en una bandeja de plata", avisando por tanto a los españoles de que la recuperación económica y de los puestos de trabajo "no se verá en un día".

Durante la rueda de presentación de los presupuestos generales para 2012 celebrada en el Congreso, el ministro ha recordado que en los años 90 la prima de riesgo española ya alcanzó cifras astronómicas y que, sin embargo, España consiguió "ganar la confianza haciendo políticas presupuestarias y reformas estructurales", que es la misma vía que está adoptando hoy el Ejecutivo.

"España hizo ese trayecto (a la confianza). Pero estoy convencido de que no vamos a verlo en un día. Que nadie espere un movimiento así en un día. Será por la acumulación de reformas que vamos a seguir haciendo hasta el verano", ha defendido, insistiendo en que "esa confianza vendrá" pero "hay que trabajársela" y "no vale esperar que la traiga nadie servida en una bandeja de plata". "Esa confianza hay que ganársela haciendo reformas y explicando a la opinión pública lo que de verdad necesitamos para salir de la crisis", ha zanjado.

EL DEFICIT SE CUMPLIRA

Y en este camino será fundamental alcanzar el objetivo de déficit del 5,3 por ciento a final del ejercicio, tal y como España se ha comprometido con sus socios europeos. Preguntado por si existe un Plan B para cumplir ese objetivo, Montoro ha defendido que los presupuestos permitirán llegar a esa meta y que, en cualquier caso, el Gobierno "no vacilará en tomar las decisiones correspondientes, como no ha vacilado desde el comienzo de la legislatura". "Primero el déficit, segundo el déficit y tercero el déficit", ha apostillado.

En este sentido, ha reiterado que los presupuestos hacen el ajuste "que menos perjudica a la capacidad de crecimiento y el más compatible con mejorar el potencial de crecimiento de la economía española y mejorar la capacidad de crecer y generar empleo", si bien "una reducción de gasto de tanta envergadura e intensidad repercute en términos generales".

En cualquier caso, el cumplimiento del déficit no impedirá "preservar las pensiones, la renta de los funcionarios, las becas y el seguro de desempleo y, por tanto, las grandes fuentes de renta, con lo cual se está garantizando el poder económico de entre 13 y 14 millones de personas".

SIN PRISA PERO SIN PAUSA

Con respecto a la posibilidad de acelerar la tramitación del proyecto de presupuestos, el ministro ha reconocido su interés en "aligerar los plazos" pero "eso no es óbice para que los presupuestos tengan sus tiempos". En cualquier caso, ha hecho hincapié en que estas cuentas ya se están aplicando desde el 1 de enero gracias a la actualización de la prórroga de los presupuestos de 2011 a través del acuerdo de no disposición de créditos y del decreto ley de Medidas Urgentes del 30 de diciembre de 2011.

"Los ministerios no están gastando sin límite, ya están trabajando sobre el límite acordado. Y los cambios tributarios ya están en vigor. Todos tenemos mucha prisa, yo el primero, pero empezamos al quinto día de Gobierno tomando decisiones, y decir ahora que España está esperando este cambio presupuestario para ejercerlo en junio es incorrecto. La importancia de la aprobación de estos presupuestos era que las comunidades y las entidades locales ajustaran sus presupuestos, hechos sobre unas cuentas anteriores y unas previsiones completamente desfasadas", ha zanjado.

LA PRESION FISCAL SE MANTIENE

Ya entrando en el detalle del proyecto de presupuestos, el ministro ha afirmado que no se espera "mucho cambio" en la presión fiscal que soportan los ciudadanos, pese a que "en España el peso de los impuestos sobre el PIB ha acusado muy fuertemente la crisis, más que en ningún otro país, por lo que hay que acudir a medidas extraordinarias" para garantizar las necesidades de financiación.

Con respecto a la eliminación de deducciones en el Impuesto de Sucesiones, Montoro ha indicado que "no es posible anticipar las consecuencias de esta normativa" si bien "sin duda significará una elevación del tipo objetivo de gravamen" para que se acerque al 30 por ciento nominal. "Pero en cuánto (se eleva) lo veremos el año que viene, cuando tengamos la liquidación", ha apostillado.

El ministro también ha reconocido que el Gobierno espera "mejorar" los tipos de deuda, algo que "seguro" sucederá "cuando los acreedores y los mercados" conozcan las reformas que se están acometiendo, si bien ha asegurado que el nivel de referencia utilizado para los presupuestos es "prudente".

Finalmente, Montoro ha señalado que la reducción de las inversiones se hace "pensando en el interés general" y preservando las "infraestructuras que son prioritarias en la crisis y que pueden colaborar más rápidamente a mejorar el potencial de crecimiento". "La reducción de la inversión ha tratado también de ser moderada, afectando más a las transferencias de capital que a la inversión directa", compensándola en términos territoriales y priorizando los proyectos ya en desarrollo.