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El jefe de los Mossos d'Esquadra, Ferrán López, ha asegurado hoy ante el juez del Supremo que el dispositivo policial conjunto era "insuficiente" para impedir el referéndum, un operativo del que sí informó al coronel Diego Pérez de los Cobos, coordinador del operativo 1-0, quien no puso objeciones al mismo.

Fuentes jurídicas presentes en su declaración como testigo ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena han informado de que López ha desmentido en varias ocasiones la versión mantenida por De los Cobos en su testifical ante el alto tribunal y ha mantenido en líneas generales el relato defendido por el exmayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero. En concreto, ha reconocido que el dispositivo policial desplegado por los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil, que fue coordinado por De los Cobos, fue "insuficiente" para impedir el referéndum, pero no por su actuación sino por los medios desplegados para alcanzar todos los centros de votación.

Al respecto, ha explicado que los Mossos destinaron a 7.500 agentes para el dispositivo policial conjunto, de los cuales tan solo 1.000 era de orden público, el máximo del que disponía la policía autonómica catalana, al tiempo que ha precisado que la intención era disponer de un 'binomio' de agentes en cada centro de votación. Pero ha querido dejar claro que se informó con detalle de dicho dispositivo al coordinador policial del 1-O, quien no puso objeciones al mismo, lo que contradice la versión de De los Cobos, quien ante el juez afirmó que no se le informó del operativo.

FERRÁN LÓPEZ ANTE EL JUEZ LLARENA

Es más, según las fuentes, Ferrán López ha dicho al juez Llarena que en ninguna de las reuniones anteriores y posteriores al referéndum De los Cobos le reprochó nada sobre la actuación policial de aquel día. Durante sus tres horas de declaración, una de las más largas en esta causa, López ha reconocido que, igual que se informó del dispositivo a De los Cobos, hizo lo mismo con el expresident Carles Puigdemont en una reunión que mantuvo el 28 de septiembre y a la que asistió el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller de Interior, Joaquim Forn.

Fue en este encuentro en el que los mandos de los Mossos, precisan las fuentes, advirtieron a Puigdemont de que el 1 de octubre podrían producirse altercados, conflictos y movilización social, dado que manejaban unas estadísticas de más de dos millones de personas votando en la calle, lo que siempre supone un riesgo. No obstante, otras fuentes han apuntado que los Mossos avisaron a los altos cargos políticos de que también podría haber violencia.

Ferrán López ha comparecido a petición de los investigados Joaquim Forn y del presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, como también han hecho los comisarios Juan Carles Molinero y Emili Quevedo. Según han afirmado los letrados de la acusación popular de VOX a su salida del tribunal, Molinero ha admitido que el Ministerio del Interior frenó la compra de armas largas, si bien no ha precisado el destino de dichas armas.

Y respecto de la declaración de Quevedo, los abogados de VOX han señalado que este comisario estuvo en la reunión del 28 de septiembre con Puigdemont, quien, ante las advertencias de los Mossos, consideró que había que seguir adelante con el referéndum, porque era un compromiso que recogía su programa electoral.

Mañana continúan las declaraciones en el Supremo con las testificales del jefe de la comisaria general de información del cuerpo autonómico, Manuel Castellví, a petición de Forn; y de un sargento y un inspector de los Mossos que estuvieron presentes en el registro de la Consellería de Economía del 20 del septiembre, a petición de la defensa de Cuixart.