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El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, se ha mostrado hoy "grandemente" preocupado ante la "grave situación" creada por quienes "al margen y en contra de la ley, pretenden romper la unidad de España" y ha advertido del peligro de "caos" y "división de la sociedad". En el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria de la CEE, Blázquez se ha referido así a la situación en Cataluña, y ha avisado de que poner en cuestión "de manera unilateral" la transición al régimen democrático introduce "inseguridad, inquietud, incertidumbre, riesgo de caos y división de la sociedad".

Blázquez ha inaugurado esta mañana la CVI Asamblea Plenaria de la CEE, que ha comenzado con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la "enorme masacre terrorista" del pasado viernes en París, que ha producido "una profunda conmoción".

El presidente de la CEE ha calificado de "profanación y blasfemia" el uso por parte de los terroristas del "nombre santo de Dios" para justificar los atentados. "Protestamos porque se utilice el nombre santo de Dios para justificarlos, es una profanación o, como dijo el papa ayer, una blasfemia", ha subrayado Blázquez.

Tras condenar "enérgicamente estos atentados en serie", Blázquez ha pedido por las víctimas, heridos y familias y ha expresado su deseo de que el Dios de la paz "nos haga pacificadores".

GRAN PREOCUPACIÓN POR QUIENES AL MARGEN DE LA LEY PRETRENDEN ROMPER LA UNIDAD DE ESPAÑA

Ya en su discurso, el presidente de la Conferencia Episcopal Española se ha referido a la situación en Cataluña. "Desde el espíritu de lealtad constitucional y de cristiana colaboración al bien común en un Estado de Derecho, como es el nuestro, nos preocupa grandemente la grave situación creada por quienes, al margen y en contra de la ley, pretenden romper la unidad de España", ha afirmado Blázquez.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha aludido a la transición democrática que se produjo "con satisfacción de los ciudadanos" e incluso "con la admiración de muchos no españoles" y a la Constitución "refrendada por todos", que "regula nuestra vida en común, abiertos a un perfeccionamiento constante".

"Con clarividencia y magnanimidad, ganó en nuestra sociedad la esperanza al miedo, la serenidad a la inquietud, la reconciliación al distanciamiento", ha afirmado.

Así, Blázquez ha pedido a Dios que "otorgue a los gobernantes la luz, la serenidad y la fortaleza necesarias para acertar en esta complicada situación".

Además, ha reclamado la "regeneración ética y la imprescindible confianza en las instituciones que nos hemos dado para garantizar la justicia, el progreso, el orden y la paz social".

Blázquez ha reiterado el deseo de los obispos de vivir y convivir en esta sociedad, respetando "lealmente" sus instituciones democráticas, reconociendo a las autoridades legítimas, obedeciendo las leyes justas y colaborando específicamente en el bien común.

CRITICA LAS VOCES QUE EXCLUYEN EL HECHO RELIGIOSO DE LA VIDA PÚBLICA

Además, ha mostrado su sorpresa ante la aparición de "voces excluyentes del hecho religioso, especialmente de la fe católica en la vida pública y social" y se ha referido en concreto a "pretensiones políticas" que, además de separarse del espíritu y letra de nuestro marco constitucional, que es aconfesional, "manifiestan una clara tendencia al laicismo".

El presidente de la CEE ha mostrado también su preocupación por la familia que, a pesar de ser "una de las instituciones más estimada socialmente", no tenga siempre respaldo "de la sociedad y el Estado".

Ha advertido de que muchos jóvenes se resisten a fundar una familia por miedo al futuro y de que son crecientes las parejas que conviven sin haber contraído matrimonio ni canónico ni civil.

EL NUNCIO PIDE ACOGER A LOS REFUGIADOS

Por otro lado, el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, que ha participado en la inauguración de la Asamblea Plenaria, ha invitado a no quedarse "expectantes" y "de brazos cruzados" ante la situación de los refugiados que huyen de Siria y otros países de Medio Oriente y ha pedido que se revise la eficacia de las políticas en materia de cooperación y desarrollo sostenible de los países más pobres.

"He de referirme a la caritativa invitación del Papa en la acogida a personas que, ante una guerra tan larga, llegan desde Siria y otros países de Medio Oriente. La situación, evidentemente, afecta a políticas que han de estudiar y revisar su eficacia en la cooperación y desarrollo sostenible de los países empobrecidos, así como a la voluntad de acción de las grandes potencias, a fin de resolver este tipo de conflictos que a todos nos afectan. Sin embargo, nosotros no podemos quedar expectantes y mirar de brazos cruzados", ha insistido.

En este sentido, ha recordado la invitación del presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, el cardenal Antonio María Vegliò, para sensibilizar a los fieles, particularmente en el caso de los cristianos perseguidos, de cara a la próxima Jornada Mundial del migrante y del refugiado, que tendrá lugar el 17 de enero de 2016, en el marco del Jubileo del Año de la Misericordia, que comenzará el próximo 8 de diciembre.