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La vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, se reúne este jueves con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, para coordinar la llegada del buque Aquarius al puerto de Valencia.

El encuentro tiene lugar en la sede de la Generalitat Valenciana con el objetivo de disponer el operativo. La llegada a Valencia de los 629 migrantes y refugiados que se encuentran a bordo del Aquarius y otras dos embarcaciones, de los cuales 123 son menores no acompañados, está prevista para este sábado 16 de junio pero el empeoramiento de las condiciones climatológicas podría retrasarla.

DIFÍCIL MANTENERSE EN PIE EN EL AQUARIUS POR LAS OLAS

"Es difícil mantenerse en pie" con olas de tres metros y el viento de 35 nudos, relata a Efe uno de los cooperantes del barco Aquarius de las ONG SOS Méditerranée y Médicos sin Fronteras, que se dirige a la ciudad española de Valencia, junto con una nave de la Marina y otra de la Guardia Costera italiana, en los que viajan 630 inmigrantes.

"Nos encontramos llegando a la Cerdeña oriental y como habíamos previsto las condiciones meteorológicas son muy malas. Es difícil mantenerse en pie", explica el cooperante de SOS Méditerranée Alessandro Porro que se encuentra a bordo del Aquarius. Porro cuenta que han pasado la noche dentro del barco y suministrando medicinas para aliviar los síntomas de los mareos a los 106 inmigrantes que quedaron tras el traslado del resto a las naves italianas.

Subraya que estas personas llevan ya cinco días metidas en un barco y quedan aún, al menos, otros dos para llegar a Valencia y en estas condiciones. "Lo que parecía un simple rescate se ha convertido en un verdadero viaje de la esperanza", constata el cooperante italiano.

El Aquarius inició su viaje hacia el puerto de Valencia el martes a las 21.00 hora local (20.00 GMT) y navega con una velocidad de unos 8 nudos y se acerca hacia Cerdeña, buscando algo de protección respecto a alta mar. Porro explica que quienes tienen menos problemas son los niños, "que cuentan con toda una nave para jugar, con todos los cooperantes y tripulación que se vuelcan con ellos".

Mientras, los adultos pasan las horas "charlando entre ellos, durmiendo, pero sobre todo sentados y descansando, que es la mejor manera para evitar marearse". El cooperante añade que muchos de ellos también pasan el tiempo dibujado algunos mapas para describir el largo viaje que han afrontado desde sus países de origen hasta Libia.

El Aquarius lleva ahora a 51 mujeres, 45 hombres y 10 niños, mientras que el resto de inmigrantes viajan repartidos en la buque Orione de la Marina italiana y en la patrullera Dattilo de los Guardia Costera.

Todos ellos fueron rescatados el pasado sábado y llegarán, según las previsiones, el próximo sábado al puerto de Valencia, después de la negativa de Malta e Italia a dejarles desembarcar en sus puertos. Durante la jornada de ayer se hizo una parada breve ante las costas de Mazzarra del Vallo, en la isla de Sicilia (sur), para recoger suministros para continuar el viaje.

LAS MAFIAS CONVIERTEN EL MEDITERRÁNEO EN UNA FOSA

Por su parte, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha expresado la necesidad de que los Estados miembros de la Unión Europea persiguan a las mafias que trafican con migrantes y que "han convertido al Mediterráneo en una fosa".

"Es una responsabilidad penal que tenemos que exigir", ha asegurado Delgado en una entrevista en Los Desayunos de TVE recogida por Europa Press en la que ha pedido a los Estados "un serio compromiso para acabar con las mafias".

Sobre la llegada del Aquarius con 630 migrantes a bordo al puerto de Valencia, ha explicado que en el momento en que atraque la embarcación se iniciará un "procedimiento para ofrecerles atención, se verán las causas (por las que han abandonado su país) y a partir de ahí se tomarán decisiones".

SE EVALUARÁ CASO POR CASO

También la ministra de Trabajo, Migración y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha pedido este jueves "tranquilidad" en relación a los interrogantes sobre el futuro que les depara en España a los 629 migrantes a bordo del Aquarius y ha incidido en que la situación se evaluará caso por caso a su llegada, prevista para este fin de semana a Valencia.

"Primero tenemos que ver exactamente en qué situación viene cada una de esas personas", ha señalado en una entrevista en RNE recogida por Europa Press en la que ha explicado que los niños y adolescentes "tendrán que pasar a depender de los servicios de menores de la Generalitat Valenciana" y del resto, con "todos aquellos que puedan tener condición de asilados políticos habrá que continuar con la tramitación pertinente".

En esta línea ha mencionado la red de centros de acogida de refugiados que existen en España y las posibilidades que tendrán estas personas de recibir una atención multidisciplinar, --"intérpretes, atención psicológica si la necesitan, inserción sociolaboral"--; centros que o bien dependen directamente de su departamento o de organizaciones como ACCEM, CEAR o Cruz Roja Española.

Sin concretar qué ocurrirá con quienes no sean susceptibles de recibir asilo y tengan los 18 años cumplidos, Valerio ha destacado que "esto es una acción humanitaria" y la clave es "hacer una evaluación de las personas", empezando por sus posibles necesidades sanitarias. "Lo fundamental es que tiene que ser un tratamiento integral", ha añadido.

Asimismo, ha destacado el esfuerzo de coordinación en la acogida del Aquarius que dirige la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. En su ministerio, según ha dicho, se ha "delegado un grupo de personas con la subdirectora adjunta de Integración a la cabeza" que se ha trasladado ya a Valencia para participar en las distintas reuniones que se van celebrando con las autoridades de la Generalitat y el Ayuntamiento y que permanecerá allí también el fin de semana, cuando se espera arribe la flotilla. "Tranquilidad porque son muchos frentes, hay que ir paso a paso, están todos los dispositivos desplegados y hay mucha coordinación", ha añadido.