La liberación de José Antonio Ortega Lara tras el secuestro más largo perpetrado por ETA puso a prueba al Estado y a la Guardia Civil en el pulso que la banda les echó convencida de que lo iba a ganar. No lo consiguió. A cambio, recibió un fuerte mazazo en el avance imparable hacia su derrota. Una liberación de la que hoy se cumplen 20 años.