El Partido Comunista de España (PCE) cumple este domingo, 9 de abril, 40 años desde que fue legalizado "por méritos propios", según subraya su actual secretario general, José Luis Centella, quien ya avisa de que no piensan disolverse ni en Izquierda Unida (IU) ni en Unidos Podemos y que el partido continuará "activo" en las instituciones y en la calle porque no se resigna a convertirse en "una pieza de museo", sino a tener "más futuro que pasado".
Fue un Sábado Santo de 1977 cuando el Gobierno de Adolfo Suárez anunció la legalización del PCE, entonces liderado por Santiago Carrillo. Se estrenó en las urnas en junio de 1977 y cosechó 1.709.890 votos y 20 diputados para la legislatura Constituyente, entre ellos el poeta Rafael Alberti y la activista Dolores Ibarruri, 'La Pasionaria'.
Casi una década después, en 1986, el PCE fue el socio principal de Izquierda Unida (IU), un movimiento más amplio que surgió para defender el No a la OTAN en el referéndum de ese año, y en 2016 esa coalición, ya liderada por Alberto Garzón, se alía con Podemos para presentarse juntos a las elecciones de 2016 bajo la etiqueta Unidos Podemos.
"No está en el imaginario la disolución del PCE; lo que hay es una gran posibilidad de enriquecernos mutuamente", defiende Centella, quien admite que el Partido Comunista se siente integrado y cómodo en IU y en el grupo confederal de Unidos Podemos, con los que aspira a "reconstruir" la izquierda de este país desde "la más amplia unidad" no sólo en los institucional sino en lo social.
ESTE AÑO TOCA RENOVAR LA DIRECCION
El PCE renovará su dirección en la segunda fase del que congreso que tiene previsto celebrar el próximo mes de noviembre, coincidiendo con el centenario de la revolución soviética, pero Centella, que va para ocho años en el cargo, no desvela si optará a la reelección.
Considera que lo prioritario de ese cónclave es abordar el papel que el PCE quiere jugar en la reconstrucción de la izquierda, en la que Centella asegura que su partido va a estar muy presente pese a que admite que la apuesta por la unidad tiene "riesgos".
"Como dicen en mi tierra, camarón que no se mueve se lo lleva la corriente, y a nosotros no nos va a llevar la corriente de la historia", señala el dirigente del PCE, que cuenta actualmente con 10.500 afiliados --llegaron a tener en torno a 200.000 cuando se celebraron las primeras elecciones generales--, 2.000 de los cuales lo hicieron tras las elecciones de diciembre de 2015.
AUTOCRITICA, PERO MODERADA
Precisamente, Izquierda Abierta, el partido que lidera Gaspar Llamazares, en su día militante del PCE, ha enviado su felicitación al PCE por el 40 aniversario de su legalización y ha aprovechado para pedir a sus compañeros de IU que, "sin renunciar al sano ejercicio de autocrítica, no ignore parte de lo mejor de su historia". "Desde la fraternidad de otro partido de izquierdas, nos preocupa no perder ese legado", reza el texto.
Y es que el papel del PCE de 1977, que renunció a banderas tradicionales como la República a cambio de consolidar la democracia en España y redactar una Constitución 'para todos', ha sido cuestionado por dirigentes actuales del PCE y de IU, que quieren recuperar aquellas reivindicaciones de antaño al considerar que el resultado final de la democracia constitucional, 40 años después, no justifica suficientemente las cesiones de antaño.