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El PP habría obtenido 162 escaños, 45 más que el PSOE, si las elecciones celebradas ayer, domingo, en todos los municipios de España hubieran sido generales, por lo que habría quedado a catorce escaños de la mayoría absoluta en el Congreso (176).

La severa derrota del PSOE en la mayoría de las provincias le habría llevado a cosechar 117 escaños, según el cálculo hecho por Efe por el sistema D'Hont, empleado para traducir los votos a concejalías y también para repartir los escaños en las generales según las circunscripciones provinciales.

Sin embargo, el comportamiento de los electores suele variar en ambas convocatorias, puesto que en las generales, los partidos mayoritarios tienden a polarizar el voto, limitando el peso de las formaciones pequeñas.

Extrapolando directamente los resultados de ayer a unas generales, el PP ganaría diez diputados respecto a los obtenidos en marzo de 2008, cuando José Luis Rodríguez Zapatero logró la reelección, mientras que los socialistas perderían 52.

Con 117 escaños, sería el peor resultado del PSOE en este tipo de comicios, por debajo de los 125 que consiguió Joaquín Almunia en 2000 y de los 121 de Felipe González en las primeras de 1979.

El PP no conseguiría a día de hoy dominar el Congreso debido a la entrada en el arco parlamentario de casi una veintena de partidos minoritarios, que abarcarían una quinta parte de los escaños.

La lista la encabezaría CiU con 16 escaños -ahora tiene 10-, seguido por IU, que pasaría de uno a 12.

PNV ganaría uno -de 6 a 7-, empatando con Bildu (independientes abertzales, EA y Alternatiba), que irrumpiría en el Parlamento.

A continuación, entrarían ERC, con cinco, e ICV y Coalición Canaria, con cuatro.

Dos escaños tendrían UPyD, Unión del Pueblo Navarro (UPN), BNG y Partido Andalucista (PA), además de Foro Asturias de los Ciudadanos (FAC), que se estrenaría en la Cámara Baja.

El elenco de fuerzas con representación parlamentaria se completaría con sendos diputados de Nafarroa Bai, Nueva Canarias (NC), Bloc, Partido Regionalista de Cantabria (PRC), Partido Aragonés (PAR) y la formación xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC).

Un ejemplo de que el comportamiento de los votantes entre unas municipales y unas generales no es similar es que en las elecciones parlamentarias de 2000, el PP de José María Aznar obtuvo mayoría absoluta (183 diputados por 125 del PSOE) con una diferencia de diez puntos en porcentaje de voto, como la que se ha dado ahora (37,53 por 27,79).

En aquella ocasión, la distancia entre votos fue de 2,3 millones de votos, una cifra parecida a la registrada ayer (2,2 millones).

Otro factor que distingue a una y otra convocatoria electoral es que en las generales pueden tomar parte los votantes residentes en el extranjero, que ya no han podido participar en esta última edición de las municipales al haberse reformado la ley.