PSOE y Unidas Podemos aparcan las tensiones internas

La comisión permanente de coordinación entre Unidas Podemos y el PSOE se ha reunido esta mañana durante casi tres horas en el Congreso en un clima de entendimiento, según han indicado ambas delegaciones, que se han limitado a señalar que ha ido "todo bien", sin informar de las conclusiones.

El de hoy ha sido el segundo encuentro de la comisión que vela por el cumplimiento de los acuerdos de coalición, tras el celebrado el 20 de febrero, que sirvió para enderezar el primer desencuentro público entre ambas formaciones que componen el Gobierno, que fue a cuenta de la ley de libertad sexual.

En esta ocasión, el encuentro ha ido "bien", aunque no se ha alcanzado acuerdos concretos sino que se han puesto sobre la mesa distintos enfoques del trabajo en el Ejecutivo y en los grupos parlamentarios. Entre otros asuntos, se han abordado los posicionamientos ante los pactos pendientes en la Unión Europea.

"Mucho diálogo y coordinación para seguir aprobando medidas para proteger a las personas en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir", ha señalado a través de Twitter el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, junto a una foto del encuentro.

La reunión ha comenzado pasada la una de la tarde en el Congreso de los Diputados, con la participación por parte del PSOE de la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra; la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero; el secretario general del grupo parlamentario socialista, Rafael Simancas, además del director de gabinete de Presidencia, Iván Redondo y del secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, entre otros.

Por parte de Unidas Podemos han acudido su portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, el jefe de Gabinete de Pablo Iglesias, Julio Rodríguez; Ione Belarra, secretaria de Estado de Agenda 2030; Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario; y Juanma del Olmo, director de Estrategia y Comunicación de Iglesias.

Tensiones y discrepancias

Pese al entendimiento del que han hecho gala hoy, en estos seis meses de Gobierno se han visibilizado las tensiones entre los partidos de la coalición en decisiones de calado económico en el seno del Consejo de Ministros pero también en torno a la monarquía.

En el Congreso, Podemos ha reprochado en varias ocasiones al PSOE su negativa a permitir una comisión de investigación sobre los presuntos cobros de comisiones por parte del rey Juan Carlos en el AVE a la Meca.

Unas noticias "perturbadoras" para el presidente del Gobierno, que sugirió limitar la inviolabilidad del rey al ejercicio del cargo, mientras que Iglesias iba más allá al apelar al debate creciente sobre "la utilidad de la monarquía".

La solicitud de comisiones de investigación ha sido recurrente estos meses por parte de Podemos, que no ha encontrado el apoyo de los socialistas.

Con la ayuda de los socialistas en la Mesa del Congreso, Unidas Podemos ha evitado la comparecencia de Iglesias sobre el llamado caso Dina, pero no ha encontrado Iglesias apoyo de los socialistas a su llamada de normalizar las críticas o insultos a los periodistas.

Además, Unidas Podemos ha registrado en el Congreso una petición de comisión, secundada por otros ocho partidos (no por el PSOE) sobre el espionaje a cargos públicos, lo que denominan "las cloacas del Estado".

Otro ejemplo es la comisión para investigar el supuesto espionaje al móvil del presidente del Parlament, Roger Torrent, promovida por ERC y a la que se sumó Unidas Podemos y varios partidos nacionalistas e independentistas, pero no el PSOE.

Los de Pablo Iglesias también llegaron a secundar una comisión de investigación al expresidente socialista Felipe González por su hipotética implicación en los GAL, iniciativa que tampoco salió adelante.

En el ámbito económico también surgieron diferencias. En torno al ingreso mínimo vital o el sistema de protección social para la vivienda, asuntos sobre los que ambas formaciones se arrogaban el mérito de su aprobación.

También la reforma laboral ha supuesto un choque entre socialistas y Unidas Podemos, pese a que hubo un pacto firmado, en el Congreso, entre ambos grupos parlamentarios más Bildu, del que posteriormente el PSOE se retractó.

La última discrepancia ha venido hoy mismo a cuenta de la financiación local. Hacienda permite a los ayuntamientos movilizar 5.000 millones a través de una propuesta de préstamos al Estado, que desde Podemos no comparten por considerarla "insuficiente".

Sin embargo, pese a esta ristra de últimos desencuentros y los resultados de las elecciones autonómicas del 12 de julio que no fortalecieron a la coalición, ambos partidos sostienen que el Gobierno resiste y aguantará toda la legislatura.