El PP de Castilla-La Mancha necesitaba cinco votos de los socialistas para conseguir una mayoría cualificada de tres quintos (los 25 diputados del PP más cinco de la oposición) que requería esta norma tras su debate. Se pretendía así suprimir los privilegios de los expresidentes castellanomanchegos.
Lejos de dar su apoyo, los diputados del PSOE se marcharon del hemiciclo para no votar. La Comunidad que más ha tenido que ajustarse el cinturón tendrá que seguir pagando a José Bono una Secretaría de apoyo -compuesta por dos personas- un local, un automóvil del parque móvil de la Junta, un conductor y servicio de seguridad y protección personal.
El ex presidente de Castilla-La Mancha José Bono mantiene así los privilegios como ex mandatario regional durante algún tiempo más, al no salir adelante la proposición del Grupo Parlamentario Popular que pretendía eliminar el derecho a disfrutar, tanto tiempo como hayan ejercido el cargo.
Durante las últimas semanas, el PSOE escondió el sentido de su voto y acudió ayer al Parlamento de Castilla-La Mancha con una contraoferta. Pidió al Grupo Parlamentario Popular que retirara su propuesta para alcanzar un "acuerdo previo" en el que participaran otras fuerzas políticas, aunque no tuvieran representación parlamentaria, para modificar una de las leyes "básicas de la arquitectura institucional y no por lectura única", según alegó el portavoz socialista José Luis Martínez Guijarro.
Por contra, el portavoz del PP, Francisco Cañizares, expuso que la reforma de la ley era 2simple y sencilla e incluso ejemplar" con el propósito de trasladar un mensaje de «austeridad y de solidaridad a la ciudadanía". "Sólo pretende", continuó Cañizares, "eliminar unos privilegios que en la actual coyuntura son difíciles de entender por una sociedad que está sufriendo ajustes".