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El candidato de Unidos Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, ha asegurado hoy que después de las elecciones el reto de intentar formar Gobierno debería corresponder a quien obtenga más votos y en que su aliado natural es el PSOE. Sería "muy difícil" de entender para los votantes de las dos formaciones, alertó, que Pedro Sánchez permitiera la continuidad de Mariano Rajoy.

Dejó claro que si el PSOE gana en votos a Unidos Podemos propondrán que el candidato a la Presidencia del Gobierno sea Pedro Sánchez, y cree por ello "sensato" que también el líder socialista aclarara su política de pactos y sus intenciones en los diferentes escenarios.

QUE EL PSOE ACLARE CON QUIEN PACTARÁ

Iglesias ha insistido en ofrecer al PSOE un pacto de gobierno, presidido por el partido que tenga más votos, aunque está convencido de que "finalmente no habrá dudas" sobre quién queda por delante, porque Podemos puede "ganar perfectamente estas elecciones en votos al PP".

Por eso, ve "fundamental" que el PSOE aclare con quién va a pactar y ha avisado de que sus votantes no entenderían que, "por venganza personal o por consideración política", no llegue a un acuerdo con Podemos.

Iglesias ha defendido la gestión de los ayuntamientos en los que Podemos está en el Gobierno y ha subrayado en especial la reducción de la deuda, mientras que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha dejado la deuda pública en máximos. "Aunque a ustedes no les guste el Rey Baltasar en la cabalgata cuando las cosas van bien hay que decirlo", ha dicho.

Preguntado entonces si el Gobierno de Mariano Rajoy es socialdemócrata, ha bromeado con que "a lo mejor el problema" ha sido que el Ejecutivo del PP es "incluso rojo, a la vista de cómo manejan el gasto público". Luego ha dejado claro que las políticas del PP han ido en dirección contraria a la socialdemocracia: gasto en sanidad y en educación para que la clase media y asalariada tenga "una vida aceptable".

El candidato de la formación morada explicó que si gobernara dejaría nacionalizadas las entidades bancarias que ya nacionalizó el PP y las convertiría en banca pública para prestar "determinados servicios financieros", y que no se dan "circunstancias" para una medida "tan extrema" como la nacionalización de empresas energéticas, aunque está previsto en la Constitución y considera necesario garantizar la libre competencia, erradicar el oligopolio y evitar cortes de suministro por pobreza sobrevenida.

REFERENDUM SOBRE CATALUÑA

Sobre Cataluña, reconoció que cualquier reforma de la Constitución tiene que ser votada por todos los ciudadanos, pero que la clave de un acuerdo de convivencia nunca puede ser "la imposición" y que tejer una nueva realidad institucional para un país unido pasa por la "seducción". Pablo Iglesias, considera que si se hiciese un referéndum de autodeterminación en Cataluña el próximo año "habrá tranquilidad y calma los próximos 25 años", y cree que ese plazo "por una cuestión como esta no es poco".

Ha admitido también que cualquier cambio que suponga una modificación en la Constitución "implica que voten todos los ciudadanos españoles". No obstante, ha insistido en que hay que entender que España es un país plurinacional y ha alegado que "tejer una nueva realidad institucional de país unido tiene más que ver con la seducción y el respeto a los procedimientos democráticos que con la imposición".

Iglesias se ha reafirmado en que en la Constitución hay vías que permitirían ese referéndum "si hay voluntad política" en que "con un encaje constitucional distinto", y "con un Gobierno en la Moncloa que no sea una fábrica de independentistas", una "inmensa mayoría de los catalanes querría seguir en España".

CONSULTAS CON ZAPATERO

El líder de Podemos ha asegurado que suele consultar con el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero algunas "dudas", pues le resulta alguien "solvente y humilde" y, en definitiva, "el mejor presidente" de la democracia española.

Iglesias ha reconocido que usar la situación de Grecia en la actualidad le podría hacer "más daño" que exhibir la realidad de Venezuela. Porque, según sus palabras, "Grecia se tiene que explicar", ya que Podemos ha apoyado a un candidato, Alexis Tsipras, que ahora como presidente "no ha podido hacer lo que prometió" debido en gran medida a los "problemas" que encuentra para financiarse en los mercados. "Eso razonablemente nos haría más daño" que Venezuela, ha apostillado.

Ha añadido que comparte la visión de Zapatero, quien ha mediado entre el Ejecutivo y el Legislativo venezolanos, y a quien tiene como referente.

Sobre la socialdemocracia, ha afirmado que se la terminaron de "cargar" el británico Tony Blair y el alemán Gerhard Schröeder con sus terceras vías, que en España tanteó "Josep Borrell", y que el comunismo, hoy, "es un lenguaje que a la gente le suena a chino".

Iglesias no ha querido entrar en debates ideológicos sobre socialdemocracia o comunismo, porque ha recalcado que cuando hay que gobernar un Estado de la Unión Europea las opciones son "muy limitadas". "Puede elegir, todo lo más, hacer una política socialdemócrata o una política muy conservadora en un sentido neoliberal, pero no hay un elenco de 25 opciones que uno pueda elegir en función de sus ideas. Esos son los espacios que quedan", ha afirmado.

En otro momento de la entrevista, Iglesias ha reconocido que una salida de la UE es algo que en España "está fuera de discusión" porque la inmensa mayoría de los españoles está de acuerdo con la pertenencia. Eso sí, ha asegurado que si el debate llegase a planetearse él no vería mal que se hiciese un referéndum, especialmente teniendo en cuenta que afectaría a la Constitución. Y ha aprovechado para destacar que su partido ha sido el único que ha ido a Reino Unido a hacer campaña contra el 'Brexit' junto a los laboristas británicos.

NUNCA HA SIDO PARTIDARIO DE SALIR DEL EURO

En todo caso, ha asegurado que él nunca ha sido partidario de salir del euro, aunque siempre le ha "molestado" que la moneda única y el órgano que la gobierna, el BCE, no responda a ningún control democrático.

Interpelado por la intervención en vídeo que grabó en 2013, apostando por una salida del euro y nacionalizaciones de sectores estratégicos, ha recordado que en esa misma intervención admitía que una salida del euro no podría hacerlo un país solo, sino que tendrían que hacerlo muchos a la vez.

En este capítulo, ha afirmado que él es partidario de convertir en banca pública los bancos nacionalizados y no lo es de nacionalizar el sector público, aunque la Constitución lo contemple. A su juicio, bastaría con imponer medidas que aseguren que "se termina el oligopolio" y que no pueda haber cortes por "pobreza sobrevenida". Y ha añadido que sobre este asunto él siempre ha dicho lo mismo y no ha cambiado de opinión.