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El cabo Francisco Javier Soria murió el pasado 28 de enero en Líbano a causa de un impacto de un proyectil de artillería israelí de 155 milímetros, lanzado a 16 kilómetros por una batería, que cometió "varios errores" y fue realizado "sin ningún tipo de intencionalidad" contra los cascos azules.

Así lo ha puesto de manifiesto el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso para explicar las circunstancias de la muerte del militar español tras las conclusiones de tres estudios realizados por España, Israel y Naciones Unidas, que "arrojan una luz coincidente sobre los hechos".

Morenés ha dicho que Israel ha reconocido su responsabilidad y ha agregado que España mantiene contactos con las autoridades israelíes para llegar a un acuerdo sobre las responsabilidades y lograr que esta "desafortunada e innecesaria desgracia sea pronto un recuerdo imperecedero del máximo cumplimiento del deber".

El ministro ha precisado que la zona donde se encontraba el militar español recibió durante el fuego cruzado 118 proyectiles israelíes y 60 de Hezbollah.

En las conclusiones, según ha relatado el ministro, se señala que el proyectil que acabó con la vida del cabo pretendía alcanzar posibles localizaciones de Hezbollah, situadas a 500 metros de la posición donde se encontraba el militar español.

Se afirma que al abrir fuego, la batería israelí cometió "varios errores", entre ellos que se asumió un riesgo excesivo al considerar como distancia de seguridad menos de 500 metros con respecto al objetivo y que al menos otros 8 disparos se desvían, ya que los artilleros israelíes no disponían de ningún método de observación y corrección del tiro.

También se apuntan otros errores como que carecían de boletín meteorológico y que tiran al máximo alcance eficaz, lo que aumenta la probabilidad de error.

Morenés ha asegurado que, de los informes se concluye que no había ningún tipo de intencionalidad de las fuerzas israelíes y que Israel reconoce su responsabilidad.

En este sentido, ha dicho que en derecho internacional hay responsabilidad por los daños que un Estado causa a otro por imprudencia -como en el presente caso- aunque no haya dolo o voluntad directa en causarlos.

"En todo caso, y dado que en derecho internacional las responsabilidades no pueden ser ejecutadas materialmente sin el consentimiento del Estado obligado, nuestra reclamación debe buscar y busca en todo momento el acuerdo entre España e Israel", ha precisado Morenés.

Tras recordar al cabo español como un ejemplo de servicio y abnegación, Morenés ha concluido su intervención asegurando que "velamos y velaremos para que el presente y futuro de los suyos, especialmente de su mujer y su hijo recién nacido, estén tan llenos de expectativas como hubieran estado si el cabo Francisco Javier continuase entre nosotros".