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El exsecretario general del PSOE y aspirante a la reelección, Pedro Sánchez, se ha alineado este sábado con las tesis del PSC y ha reclamado una reforma constitucional que reconozca la singularidad territorial: "Hay que reconocer a Cataluña como lo que es, una nación".

"España es una nación de naciones y Cataluña es una nación", ha dicho en un multitudinario mitin en la Fábrica de Creación Fabra i Coats de Barcelona ante más de 3.000 personas, el primero que hace en Cataluña desde que anunció que se presentaba a las primarias que el PSOE celebrará el 21 de mayo para elegir a su nuevo secretario general.

Ha contado con el apoyo sobre el escenario de los alcaldes barceloneses de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, y Viladecans, Carles Ruiz; el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu y la portavoz del PSC en Girona, Silvia Panque, y entre el público como anfitriones han estado el primer secretario del PSC, Miquel Iceta; el secretario de Organización, Salvador Illa, y la 'número dos' del partido, la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) Núria Marín.

Sánchez ha empezado su discurso agradeciendo la "lealtad" del PSC y de Miquel Iceta, y ha dicho que se siente muy identificado con lo que defienden territorialmente, que principalmente es la necesidad de reformar la Constitución en clave federal para reconocer la singularidad de Cataluña y mejorar su autogobierno.

Sánchez ha propuesto mejorar la financiación catalana y las inversiones, impulsar el Corredor Mediterráneo, llevar a Barcelona el Senado como una verdadera cámara de representación territorial y, en definitiva, negociar con el Govern para "revertir la oleada de recentralización que ha hecho el Gobierno para hacer que el autogobierno catalán salga fortalecido".

Ha precisado que la soberanía debe residir en el conjunto del pueblo español y que debe desplegarse cuanto antes la Declaración de Granada en la que el socialismo sentó las bases hace tres años de su reforma federal, algo que no puede hacer la candidatura de Susana Díaz porque ha demostrado que "tiene un modelo de partido del siglo XX".

Sánchez dimitió hace seis meses como secretario general del PSOE por su rechazo a facilitar la investidura de Mariano Rajoy: el PSC y Miquel Iceta le fueron fieles hasta el último momento y Sánchez lo ha recordado emocionado: "Siempre he encontrado un PSC leal con Cataluña, España y el PSOE. Gracias Mique, socio leal y aliado".

Ahora Iceta garantiza que el partido será institucionalmente neutral en el proceso de primarias del PSOE, si bien buena parte de la militancia y de los cuadros mantienen su fidelidad y están haciendo campaña a favor de Sánchez.

El exsecretario general ha ensalzado la firmeza y lealtad del PSC por romper la disciplina de voto y decir 'no' a Rajoy, un acto que ha desencadenado en una revisión del protocolo de relaciones con el PSOE que Sánchez no comparte.

Por ello, si gana las primarias consultará a la militancia las decisiones de calado que deba tomar al partido "para evitar cualquier otro malentendido en votaciones como la de la investidura" de Rajoy.

El ya histórico 'no es no' que Sánchez defendió hasta su dimisión ha mutado en un 'sí es sí' a favor de su candidatura y del cambio, un lema que ha sido coreado en muchas ocasiones por los asistentes y se ha plasmado en mensajes, camisetas, gorras y pancartas de apoyo. 'SI ES SI'

Sánchez ha reivindicado que ha llegado el momento de decir sí a un PSOE de izquierdas que gobierne en alianza con los partidos progresistas siguiendo el modelo portugués: "La gran coalición es la gran contradicción con nuestra historia, valores y principios".

"El PSOE volverá a ser un partido ganador cuando haga lo que dice y dice lo que hace", y logre volver a seducir a los jóvenes para frenar a los populismos y fascismos que emergen en España y el resto de Europa.

Sánchez ha dicho que algunos le acusan de estar 'podemizándose', y ha dicho que lo único que quiere es que el PSOE recupere sus valores y sea el referente de la izquierda "mientras otros le dan la presidencia a Rajoy", en referencia velada a Susana Díaz, partidaria de la abstención.

También se ha referido a ella y a su cargo de presidenta de la Junta de Andalucía: "No debatiré sobre si es incompatible. Vais a ser los afliados con vuestro voto quienes lo hagáis incompatible".

Aun así, ha apelado al 'fair play' y ha dicho que quien pierda las primarias deberá ser fiel al nuevo secretario general porque el partido "no es patrimonio de los dirigentes", sino de todos los afiliados.

"Dentro del PSOE no hay adversarios porque están fuera y se llaman derecha y poderes económicos", y el partido debe funcionar sin rencor, con diálogo y sin descalificaciones.

Si gana él, ha dicho que espera no tener que volver a dimitir "por cumplir con la palabra que se le ha dado a los votantes", y ha alertado de que cuestionar diariamente al líder del partido debilita a la formación y da armas al adversario.