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Responsables de protocolo del Congreso y del Senado, del Gobierno y de la Casa del Rey se encuentran reunidos en la Cámara Baja para preparar el acto de proclamación de Felipe VI, que con toda probabilidad se celebrará el próximo jueves 19 de junio. Fuentes parlamentarias han confirmado que representantes de estas instituciones se han reunido ya o han mantenido contactos en otras ocasiones desde la semana pasada.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha explicado a los periodistas que dicha reunión se está celebrando, aunque ha advertido de que en ella no se van a adoptar "acuerdos definitivos", pero sí se irá "avanzando" en la organización de todos estos actos.

En cualquier caso ha señalado que el evento "culminante" es la proclamación en sí en el Congreso, porque España es una monarquía parlamentaria, y "ese es el mensaje importante que debemos transmitir", independientemente de los actos complementarios -como desfiles- que pueda organizar la Casa del Rey o el Ejecutivo. Jesús Posada no ha podido confirmar si los reyes Juan Carlos y Sofía estarán en el acto de proclamación.

"Son ellos los que tienen la última palabra", ha dicho el presidente de la Cámara Baja, quien por otra parte ha reiterado que espera que el nuevo estatus jurídico que se le dé al rey tras su abdicación se resuelva "con la mayor rapidez posible".

Confía asimismo en que esta cuestión se decida "con las mayores garantías y con el acuerdo de los grupos políticos". "Hay que ver cómo pero sí creo que es un tema urgente y al que todos debemos dedicar esfuerzos", ha añadido.

Antes, en declaraciones en la Cope, Posada ha apostado por una ceremonia solemne pero sin excesivas "alharacas", y ha apuntado que no le preocupa "nada" que no haya en este acto "una gran explosión ciudadana".

En cualquier caso, el presidente del Congreso cree que el sentimiento monárquico es mayoritario entre los ciudadanos aunque hacen "menos ruido" que los que defienden un sistema republicano. El pleno del Congreso debate el miércoles la ley orgánica de abdicación, que se aprobará en votación pública y en voz alta de cada uno de los diputados.