Puigdemont comparece ante las autoridades belgas en respuesta a la euroorden |
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El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha comparecido de forma voluntaria a primera hora de este viernes ante las autoridades belgas en Bruselas acompañado de sus abogados en respuesta a la euroorden de detención y entrega cursada por el Tribunal Supremo (TS) el lunes.

La Justicia belga ha dejado este viernes al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, en libertad sin fianza. El expresident podrá salir del país con permiso del juez.

La Fiscalía belga recibió el lunes la euroorden contra el expresidente catalán, que el juez instructor de la causa del proceso independentista, Pablo Llarena, ha decidido reactivar, han informado a Europa Press fuentes de la Fiscalía.

Rechaza la entrega a España

Puigdemont, huido en Bélgica desde 2017 y perseguido en España por presuntos delitos de sedición y malversación en la causa del "procés", ha precisado en un comunidcado que "está siguiendo todos los pasos oficiales que acompañan este procedimiento", agrega la nota.

"Ha recibido la notificación y se ha opuesto a su entrega a España", concluye.

La Fiscalía de Bruselas se encuentra a la espera de que la Justicia española entregue la próxima semana una traducción de la euroorden y los documentos anexos, reactivada el pasado lunes por el magistrado del Tribunal Supremo español Pablo Llarena, tras conocerse la sentencia a penas de hasta 13 años de cárcel a los políticos del "procés".

Análisis detallado

A continuación la Fiscalía procederá a un "análisis en profundidad" de la misma, ha señalado el Ministerio Público belga en un comunicado a propósito de la tercera Orden de Detención Europea (ODE) cursada contra el expresidente de la Generalitat.

La Audiencia Nacional cursó una primera euroorden en noviembre de 2017, inmediatamente después de la huida de Puigdemont a Bélgica, que fue suspendida al pasar el caso al Tribunal Supremo.

Se reactivó en marzo de 2018, lo que posibilitó la detención de Puigdemont en Alemania. Pero el tribunal regional de Schleswig-Holstein rechazó su entrega por rebelión y sólo la admitió por malversación, extremo que Llarena rechazó al considerar que sería injusto con los acusados que no habían huido y debían responder por todos los delitos que se les imputaban