(Actualizado

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha indicado que el Ejecutivo no llevará a cabo un "cambio sustancial" ni de los objetivos ni de la regulación de la reforma laboral porque "no sería bueno para España", a pesar de las peticiones de los sindicatos, que este mismo martes han remitido una carta al jefe del Ejecutivo solicitándole cambios en dicha reforma.

Durante la rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico, David Cameron, tras la reunión que han mantenido ambos mandatarios en la capital británica, Rajoy recordó que ha habló con las organizaciones sindicales antes de ser presidente y que los sindicatos han mantenido numerosos contactos tanto con el anterior Ejecutivo como con el actual.

"Pero el Gobierno tiene la obligación de gobernar, sé cuáles son sus posiciones y también las de la CEOE, pero en un país donde más de 5 millones de trabajadores quieren trabajar y no pueden y donde más del 40% de los jóvenes quieren trabajar y no pueden, había que tomar decisiones", subrayó Rajoy, tras añadir que la reforma laboral es "justa y equilibrada".

Según el presidente del Gobierno, la reforma servirá para crear empleo cuando la economía española empiece a crecer y favorecerá la contratación por parte de pymes y autónomos.

"Es verdad que puede no gustarle ni a los sindicatos ni a la CEOE, pero el Gobierno debe defender el interés general y trabajar para el crecimiento y el empleo", añadió Rajoy, quien indicó que la legislación laboral "no podía esperar más tiempo" para ser modificada y que el Gobierno no podía estar "anquilosado" en el pasado.

Preguntado por la polémica desatada por la actuación policial en una manifestación de estudiantes en Valencia contra los recortes, Rajoy reconoció que el momento actual es "difícil", y señaló que "lo mejor para España es que todos tiraran del carro".

"Todos debemos hacer un esfuerzo para estar a la altura, porque es la hora de la serenidad y de la responsabilidad. No podemos dar una imagen fuera que no es la de nuestro país. Todo el mundo tiene derecho a manifestarse y a expresar sus opiniones, pero todos tienen que entender, porque la Constitución así lo dice, que la Policía tiene unas funciones que cumplir. Si todos actúan con mesura y sentido común, este tipo de cosas no se va a repetir, y ojalá, porque esto es lo que le conviene a España y lo mejor para todos", concluyó.

REUNION CON CAMERON

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro británico, David Cameron, han mostrado hoy su total sintonía en política económica, con un llamamiento a la UE para que aborde reformas liberalizadoras, y han constatado también sus discrepancias en torno a Gibraltar.

Cameron ha recibido por primera vez a Rajoy en su residencia de Downing Street y, tras un almuerzo de trabajo, ambos han comparecido ante la prensa para subrayar las "magníficas" relaciones de dos países que comparten ahora gobiernos de centroderecha.

El acuerdo ha sido total en política económica, ya que ambos, junto a otros diez países europeos, han firmado una carta para que la UE aborde políticas que impulsen el crecimiento, pero no ha tenido éxito la propuesta de Rajoy para que Madrid y Londres retomen las negociaciones sobre la soberanía de Gibraltar.

"Son los gibraltareños quienes deben decidir su futuro y no hablaremos de Gibraltar sin trabajar con los gibraltareños", ha manifestado Cameron, para dejar claro que la postura británica no ha cambiado y que no negociará bilateralmente con Madrid sin tener en cuenta a los habitantes del Peñón.

Rajoy ha sido más lacónico y se ha limitado a señalar que los ministros de Exteriores continuarán en contacto: "Tenemos posiciones diferentes, pero vamos a seguir hablando en el futuro".

Los responsables de Exteriores conversarán, principalmente, de la posibilidad de que representantes del Campo de Gibraltar participen en el Foro de diálogo creado para mejorar la cooperación en la zona, en pie de igualdad con las autoridades británicas, las españolas y las del Peñón.

España quiere modificar el formato tripartito de ese foro creado en 2004 y, según han apuntado a Efe fuentes del Gobierno español, Londres no se ha cerrado a esta pretensión a la espera de una propuesta formal del Ejecutivo de Rajoy.

Al margen de esta cuestión, los dos mandatarios han destacado la importancia de la carta que han enviado junto a otros socios comunitarios a los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ante la cumbre de principios de marzo, misiva que no han suscrito ni Francia ni Alemania.

"No es un frente de nadie contra nadie", ha remarcado Rajoy.

A su juicio, Bruselas debe tomar conciencia de la necesidad de actuar en cuatro frentes diferentes simultáneamente: disciplina presupuestaria con recortes y ajustes, reformas para sentar las bases del crecimiento, medidas monetarias del Banco Central Europeo y cambios estructurales en toda la UE.

Sin cuestionar las políticas de austeridad, Cameron y Rajoy han abogado por poner en marcha planes de innovación y medidas liberalizadoras para completar el mercado único en materia digital, de servicios y energía.

Para el presidente del Gobierno, más de cinco décadas después del inicio de la construcción europea, hay que impulsar un "ambicioso" proyecto de reformas "con determinación y coraje para ponerlas en marcha y no solo para debatir".

Cameron ha destacado también los importantes lazos empresariales con España y, como ejemplo, ha elogiado la participación de Ferrovial en el Crossrail, el nuevo tren de cercanías londinense que se ha convertido en el mayor proyecto de infraestructuras en ejecución en Europa, con un presupuesto de 18.285 millones de euros.

Juntos han visitado las obras, en las que también participan ACS y FCC a través de la filial Alpine.

La última cita de Rajoy en su primera visita a Londres como presidente del Gobierno ha sido con el viceprimer ministro británico, Nick Clegg.

Según han apuntado fuentes de la delegación española, Clegg se ha mostrado impresionado por el ritmo de los ajustes y las reformas en España y ha calificado de "valiente" el proyecto para cambiar las reglas del mercado laboral.

Rajoy ha reconocido que no dará frutos de forma inmediata y ha avanzado también que, a pesar de las pretensiones de los sindicatos, no habrá cambios sustanciales en la norma porque "no sería bueno para España".

Así ha respondido el jefe del Ejecutivo al ser preguntado en Londres, durante una rueda de prensa con el primer ministro británico, David Cameron, acerca de si considera que los incidentes en Valencia son un hecho aislado o pueden extenderse por los ajustes.