(Actualizado

Tres días después del 1-O se suceden los llamamientos al diálogo y los ofrecimientos a mediar entre el Gobierno y la Generalitat, aunque el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ya ha dejado claro que no puede hablar con quien chantajea al Estado. Llamamientos que llegan un día después del mensaje institucional del Rey en el que Felipe VI advirtió de que, ante la situación "de extrema gravedad" en Cataluña, los "legítimos poderes del Estado" deben asegurar "el orden constitucional".

El líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, tras celebrar una mesa de partidos con fuerzas nacionalistas, ha pedido en vano a Rajoy y al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que pacten un equipo de mediadores de su confianza para desbloquear el diálogo.

Fuentes del Gobierno han indicado que Rajoy ha rechazado esa propuesta por considerar que no puede hablar con quien ha planteado un "chantaje tan brutal al Estado", en alusión a Puigdemont.

Iglesias ha hablado con Rajoy para transmitirle su iniciativa y el jefe del Ejecutivo le ha explicado que lo que tiene que hacer Puigdemont es renunciar a la declaración unilateral de independencia, que "no es negociable".

Mientras tanto, hoy ha trascendido que Rajoy se entrevistó ayer por la tarde con el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, y el de Madrid, Carlos Osoro, una reunión que no ha sido confirmada ni por Moncloa ni por la Conferencia Episcopal, por tratarse de un encuentro privado.

El encuentro, que no han querido confirmar oficialmente ni fuentes del Ejecutivo ni las de los arzobispados, se produce en el contexto de los acontecimientos que se están viviendo en Cataluña y tan solo 48 horas después de la jornada de convocatoria de referendum ilegal.

JUNQUERAS CON EL ARZOBISPO

El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, se ha reunido este miércoles con el Arzobispado de Barcelona horas después de que los arzobispos y cardenales de Barcelona y Madrid, Juan José Omella y Carlos Osoro, respectivamente, lo hiecieran en la tarde de ayer martes con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras del encuentro.

El encuentro, que no han querido confirmar oficialmente ni fuentes del Ejecutivo ni las de los arzobispados, se produce en el contexto de los acontecimientos que se están viviendo en Cataluña y tan solo 48 horas después de la jornada de convocatoria de referendum ilegal.

Según ha informado TV3, la reunión de Junqueras con el Arzobispado de Barcelona se ha producido por la mañana, y además hay contactos desde hace semanas entre la Generalitat y el cardenal-arzobispo de Barcelona, y entre la Generalitat y el abad de Montserrat, Josep Maria Soler.

Unos días antes, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, leyó un comunicado conjunto de la Comisión Permanente en el que llamaba al diálogo ante la "grave" situación que se vive en Cataluña y pedía evitar decisiones y actuaciones "irreversibles" y de "graves consecuencias". Además, en esta declaración, que provocó malestar en el PP, los obispos se ofrecían a colaborar con el diálogo en favor de "una pacífica y libre convivencia entre todos".

Los obispos catalanes, por su parte, se han pronunciado en varias ocasiones. La última vez, este domingo ante la jornada que se vivió en Cataluña, y que llevó al cardenal Omella a calificar de "deplorable" la "situación de violencia". Además, dijo que había que encontrar una salida "pacífica y democrática".

Asimismo, la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET) emitió un comunicado asegurando que "hace falta encontrar una salida pacífica y democrática a la situación que se está viviendo" en Cataluña. "La situación de violencia que se vive hoy en Cataluña es deplorable", lamentó el presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, Jaume Pujol.

SACERDOTES CATALANES ANIMANDO A VOTAR 1-O

El pasado 22 de septiembre, más de 300 sacerdotes, diáconos y religiosos catalanes defendieron como algo "legítimo y necesario" votar en el referéndum del 1 de octubre. Ante la "imposibilidad" de pactar las condiciones para llevarlo a cabo de forma acordada, invitaron a los católicos y los ciudadanos catalanes a reflexionar sobre los últimos hechos y a votar. "Vista la dificultad existente de un diálogo sereno y constructivo entre todas las partes, nos hemos sentido moralmente obligados a hacer escuchar nuestra voz en esta hora decisiva para el futuro inmediato de Cataluña y España", decía esta declaración conjunta, que no fue bien recibida por el Gobierno.