El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, aprovecharán la cumbre bilateral que encabezarán mañana en Madrid para exigir a la UE que no demore reformas acordadas como la unión bancaria e impulse políticas en favor del empleo y, sobre todo, para los jóvenes.
El Palacio de la Moncloa albergará la XXVI cumbre hispano-lusa, en la que Rajoy y Passos Coelho estarán acompañados por quince ministros de sus respectivos Gobiernos y en la que la economía ocupará gran parte de las reuniones.
Será en una doble vertiente, para analizar las reformas que ante la crisis siguen poniendo en marcha en sus países y para repasar las que están en curso en la Unión Europea y que ambos consideran que son un complemento imprescindible a las de los socios comunitarios para allanar ese camino.
En ese sentido, los dos jefes de Gobierno reclamarán a la UE que se cumplan los acuerdos que se adoptan en las reuniones del Consejo Europeo y harán especial hincapié en todo lo relacionado con las decisiones económicas.
Según fuentes del Ejecutivo español, se pondrá el acento en demandar la agilización de la unión bancaria, para lo que se considera un momento clave la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Bruselas en junio.
España y Portugal creen que avanzar en ese tipo de reformas genera credibilidad tanto en la UE en conjunto como en los socios que la conforman.
La reunión de mañana servirá de esta forma para apuntalar el frente común conformado por varios países para instar a las instituciones comunitarias a hacer realidad sus acuerdos y a impulsar políticas de crecimiento.
Ese guión está siendo respaldado, además de por España y Portugal, por Francia e Italia, cuyo primer ministro viajó el pasado lunes a España para entrevistarse con Rajoy y constatar que se mantiene la alianza que el jefe del Gobierno español había sellado con su predecesor, Mario Monti, en favor de compatibilizar esfuerzos de consolidación fiscal y crecimiento.
En este último apartado, el presidente del Gobierno español y su homólogo portugués pedirán a la UE cuantas medidas sean necesarias para dar la batalla al desempleo y, especialmente, el de los jóvenes.
Rajoy explicará a Passos Coelho las medidas y previsiones incluidas en el Plan Nacional de Reformas y el Programa de Estabilidad enviados por su Gobierno a Bruselas.
Por su parte, el primer ministro portugués expondrá sus perspectivas sobre la economía de su país, que esta semana volvió a los mercados de deuda a largo plazo tras el rescate del que fue objeto.
Un rescate que sigue condicionando la senda económica portuguesa y que, tras el rechazo por parte del Tribunal Constitucional luso de algunas medidas que había adoptado el Gobierno para equilibrar las cuentas públicas, ha obligado a Passos Coelho a anunciar otras nuevas.
En concreto, el primer ministro portugués ha avanzado este mes que el Estado prescindirá de 30.000 funcionarios, recortará el sistema de pensiones, retrasará un año la jubilación y ampliará la jornada laboral en la administración.
La economía estará presente igualmente en algunas de las reuniones sectoriales que mantendrán mañana los ministros asistentes a la cumbre.
Por parte española estarán presentes los titulares de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior, Industria, Fomento y Empleo, y los secretarios de Estado para la Unión Europea, de Comercio, de Medio Ambiente y de Hacienda.
Además, la ministra de Sanidad acudirá al acto de firma de acuerdos, en el que los dos países suscribirán una serie de pactos que, según las fuentes del Gobierno español, reforzarán una relación bilateral "excelente".
Las conexiones ferroviarias, la compatibilidad de los sistemas de cobro de peajes en autovías de ambos países, la homologación de títulos universitarios y el despliegue de patrullas policiales conjuntas en ambos lados de la frontera serán otros asuntos que se abordarán en la cumbre.
A ellos se sumarán cuestiones de carácter internacional como la situación en el Sahel y en Oriente Medio, y las relaciones con América Latina,
De forma paralela a la cita en la Moncloa y como es habitual en las cumbres hispano-lusas, se reunirán en Madrid representantes de las organizaciones empresariales de los dos países para reforzar igualmente su colaboración y sondear las posibilidades existentes para nuevas inversiones.