Rajoy cierra la puerta a la consulta e invita a pedir una reforma constitucional
El Congreso rechaza con 299 votos en contra, 47 a favor y una abstención la propuesta de Artur Mas
"Ni con 500 cafés, Mas y yo tendríamos potestad contra la Constitución", señala el presidente
El Congreso rechaza con 299 votos en contra, 47 a favor y una abstención la propuesta de Artur Mas.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha cerrado en el Congreso cualquier puerta a la consulta sobre una Cataluña independiente que, a su juicio, sería como "la isla de Robinson Crusoe" y ha enseñado el único camino legal hacia esa meta: presentar una propuesta para intentar reformar la Constitución.
Rajoy ha tomado la palabra en nombre del Gobierno para rechazar ante el pleno del Congreso la proposición del Parlament que reclama para la Generalitat la competencia de celebrar una consulta sobre la independencia de Cataluña.
Tras escuchar a los tres representantes del Parlamento catalán que han defendido en el hemiciclo esa solicitud, Rajoy ha dicho que no se puede acceder a ella porque no lo permite la Constitución ya que se trata de una competencia indelegable del Estado.
"Si este Parlamento tuviera la potestad de transferir la titularidad de todas las competencias exclusivas, estas Cortes tendrían la potestad de liquidar la Constitución y el Estado mismo sin el concurso ni la aprobación del conjunto de los españoles", ha advertido.
Para Rajoy, el propósito de la consulta es inconstitucional, y de nada sirve vestir esa reclamación de "calor popular" porque, ha advertido, "algunas cosas no cambian con manifestaciones ni con plebiscitos".
"No es algo que podamos resolver el señor Mas, aunque hubiera venido hoy, y yo con un café. Aunque tomáramos quinientos -ha precisado-, seguiría faltándonos lo que no tenemos: la potestad que la Constitución nos niega".
AMO A CATALUÑA
El presidente del Gobierno ha hecho gala de su aprecio a la comunidad catalana ("Amo a Cataluña", ha dicho precisando después que lo mismo que al resto de comunidades) y, dirigiéndose a los defensores de la consulta, se ha vanagloriado de una "vanidad": "Tal vez yo creo en Cataluña más que ustedes. Es uno de los puntales de nuestra patria y valoro su inmensa aportación a nuestro pasado, presente y futuro".
Rajoy ha explicado que los habitantes de cada comunidad tienen derecho a escoger quién les gobierna en ella, pero no a decidir qué se ha de hacer con España, porque "cada catalán, como cada gallego o cada andaluz, es copropietario de toda España, que es un bien indiviso".
Para él, el derecho a decidir que se plantea desde Cataluña lo que pretende es privar al resto de españoles de su derecho a decidir o qué quieren que sea su país.
El jefe del Ejecutivo ha negado que Cataluña sufra una presión insoportable o que se persiga a la lengua y a la cultura catalanas.
También ha rechazado el argumento del derecho a separarse como algunas colonias porque Cataluña no lo ha sido nunca ni se incorporó a la Corona española como resultado de una conquista.
"No puedo compartir una hipotética historia de agravios, no puedo asumir su relato de opresión porque no es verdad", ha añadido el jefe del Gobierno.
De igual forma, ha criticado la "argucia" de decir que la consulta es un ejercicio al que ningún demócrata se puede negar.
"La democracia no se entiende sin las urnas, sí. Pero no bastan para que un acto sea democrático. Falta el respeto a la ley", ha explicado el presidente del Gobierno.
Rajoy ha aprovechado para criticar que los defensores de la independencia no expliquen sus consecuencias, que ha resumido simbólicamente: Una Cataluña independiente sería "lo más parecido que se pueda imaginar a la isla de Robinson Crusoe".
En su discurso, ha recordado que la Constitución fue respaldada por el 90,4 por ciento de los votantes catalanes, muy por encima de la media del conjunto de españa, y lo hicieron por su propio interés, sin pensar que aquello fuera "una mordaza" o un "grillete", sino una garantía y una salvaguarda.
"Esa fue la más genuina, la más libre, la más auténtica determinación de Cataluña", ha opinado Rajoy, quien ha considerado el inicio de los trámites para la reforma de la Constitución como "una puerta abierta de par en par para los que no estén de acuerdo con el actual estado de las cosas.
En esa línea, ha incidido: "Quien quiera que desee modificar la Constitución, quien quiera que pretenda que España se disuelva, se fragmente, cambie de nombre, lo que sea, en vez de solicitar a esta Cámara lo que no está en sus manos, ha de emprender el camino de la reforma constitucional".
"Se les escucha y se les entiende muy bien, pero no se les puede reconocer lo que no tienen: no tienen razón", ha añadido Rajoy ante las voces en Cataluña que se quejan por no ser escuchadas y con una precisión final en alusión a Mas: "A quien no escucho es a quien no quiere venir".
Ha reiterado su absoluta disposición al diálogo dentro de los límites de la Constitución, ha recordado los elogios al consenso en la etapa de la Transición y ha apelado a ese espíritu que unió a todos en el texto constitucional de 1978.
"A todo esto, a todo lo que nos unió en 1978 y que nos une todavía hoy, a todo esto, vagamente, sentimentalmente, sin ningún afán trascendental, lo llamamos patria. Pero si a ustedes no les gusta, podemos llamarle futuro", ha cerrado su intervención Rajoy en medio de una larga ovación de los diputados del PP.
RUBALCABA: NO NOS GUSTAN PROCESOS QUE OBLIGAN A ELEGIR ENTRE CATALAN O ESPAÑOL
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dicho que no se imagina un futuro mejor que "una Cataluña comprometida con España y a una España que entiende y quiere a Cataluña" y, para ello, ha ofrecido a los "soberanistas" y a los "inmovilistas" la reforma federal de la Constitución.
"Dudo que exista mejor forma de servir a mi país que defender hoy aquí este proyecto de futuro", ha subrayado durante el pleno del Congreso que debate la petición del Parlament de traspasar a la Generalitat la competencia para convocar referendos.
Ha querido dirigirse a esos "millones" de ciudadanos españoles que, según su opinión, creen que todavía existe esa España capaz de renovarse, de avanzar hacia una dirección federal para reconocer mejor la singularidad de los pueblos que la componen.
A aquellos que no están de acuerdo con el "inmovilismo ineficaz", pero que "tampoco quieren dejar a sus hijos una España separada de Cataluña, que no quieren un futuro para sus hijos de ruptura entre Cataluña y España".
Por eso, ha apelado también al espíritu de Josep Tarradellas para que Cataluña siga siendo la avanzadilla del bienestar, la prosperidad y la democracia como en la Transición, cuando "existía una Cataluña que pensaba en España y una España que sabía que tenía que recoger los anhelos de Cataluña para no ser incompleta".
La oferta de los socialistas es abordar una reforma de la Constitución que "actualice el pacto constituyente" y que "recoja las aspiraciones y singularidades" de Cataluña.
"Queremos seguir viviendo juntos; por eso queremos decidir juntos y por eso nuestra propuesta es sentarnos a hablar y buscar una solución a esos problemas de convivencia, y eso es una reforma de la Constitución juntos porque queremos seguir viviendo juntos", ha recalcado.
Y sería mediante un proceso de negociación "democrático", "transparente", "dialogado", "legal" y "participativo", palabras sacadas -ha dicho-, de la resolución que aprobó el 23 enero el Parlament sobre el derecho a decidir.
A su juicio, esa resolución es el origen de la discusión de hoy y su objetivo es la independencia y el derecho de autodeterminación, algo que "no está en ninguna Constitución del mundo" y que está "concebido para irse" al provenir históricamente de las colonias.
Tras argumentar que tampoco está de acuerdo con la independencia de Cataluña por "razones históricas, culturales, políticas, económicas y de tamaño, porque "España es muy pequeña", ha agregado un nuevo motivo y es que los socialistas defienden en Europa que se acaben las fronteras.
Durante su intervención ha sido muy crítico con el discurso "dañino e insolidario" de los partidos soberanistas catalanes y ha subrayado que le recuerda al de algunas fuerzas políticas en los países en el norte de Europa con los del sur.
Unos discursos que han ligado la independencia a una salida más fácil de la crisis que carece de todo fundamento económico, ha hecho hincapié, para señalar a continuación que "no es tolerable" el lema del "España nos roba".
También ha reconocido que la crisis está en parte del origen de las tensiones territoriales que se viven hoy en día, como también la decisión del Constitucional de tumbar algunos artículos del nuevo Estatut o la "campaña" política llevada a cabo por el PP entonces.
El secretario general del PSOE, que ha garantizado la unidad de criterio sobre este asunto con los diputados del PSC, ha confiado en que el debate de hoy sea "el principio de un diálogo, no el final".
Desde un plano jurídico, ha argumentado el rechazo de su grupo a la petición del Parlament porque la Constitución no permite a nadie la convocatoria de un referéndum autonómico con una pregunta que no afecta sólo a una comunidad, sino a todos los españoles.
Según ha explicado, CiU, ERC e ICV están reclamando al Estado "una competencia que no tiene".
LOS DEFENSORES DE LA CONSULTA OFRECEN ACUERDO PERO AVISAN QUE "NO HAY RETORNO"
Los diputados del Parlamento de Cataluña que han defendido en el Congreso de los Diputados la legalidad de la consulta han ofrecido alcanzar un acuerdo político sobre el futuro de Cataluña, pero han advertido de que el camino emprendido no tiene retorno.
Jordi Turull, en representación de CiU; Marta Rovira, en nombre de ERC, y Joan Herrera, por ICV-EUiA, han intervenido durante diez minutos cada uno en defensa de la proposición de ley del Parlamento de Cataluña en la que pide la cesión de competencias a la Generalitat de Cataluña para convocar la consulta del 9 de noviembre.
Los tres han insistido en que la propuesta contiene una oferta de diálogo para llegar a un acuerdo sobre el futuro de Cataluña, pues la gran mayoría de los ciudadanos votaron en las últimas elecciones a favor de un referéndum de independencia.
"Venimos a buscar un acuerdo para hacer posible la consulta, que es necesario, y que si se quiere, se puede", ha afirmado Turull, quien no obstante ha dejado claro que, si el Congreso no permite la consulta, "no desistirán" y buscarán "otras vías" que permitan a los catalanes "votar y decidir su futuro".
El parlamentario ha subrayado que la mayoría una amplia mayoría de los catalanes no quiere mantener una relación en la que sus instituciones o su lengua "avanzan a la residualidad" y ha recordado que la sociedad catalana siempre ha tenido "voluntad de reafirmación", pero no "de resignación".
En ese sentido, el portavoz de CiU en el Parlament ha remarcado: "No nos hemos metido en un callejón sin retorno. El pueblo de Cataluña ha iniciado un camino sin retorno, pacífico y democrático para decidir su futuro".
Un mensaje parecido al que ha lanzado la secretaria general de ERC y portavoz de esa formación en el Parlamento catalán, Marta Rovira, quien ha insistido en los esfuerzos de diálogo que, a su juicio, se han hecho desde Cataluña sin respuesta desde el resto del Estado.
"Tenemos la sensación de que no se nos acepta como somos, como pensamos, como hablamos, como soñamos", ha lamentado la diputada republicana, quien ha incidido en la clave económica de la consulta: "El país se nos derrite en las manos, no tenemos suficientes recursos, instrumentos, competencias para poder ayudar a los ciudadanos".
La parlamentaria ha subrayado que la votación "para construir un estado" es "la única manera de recuperar bienestar y ganar oportunidades" y ha sentenciado: "Es nuestra ilusión y es nuestra esperanza. Y ni ustedes ni nadie nos la podrán quitar porque decidirá el pueblo".
Por su parte, el coordinador nacional de ICV, Joan Herrera, ha pedido al Congreso que actúe de forma "razonable" e "inteligente" y autorice la consulta soberanista, porque "no hay mejor propuesta que la ciudadanía hable".
A su juicio, el "no" al referéndum solo hará "aumentar la distancia" de Cataluña con el resto de España.
DURAN PLANTEA LA REFORMA CONSTITUCIONAL Y DICE ESTAR DISPUESTO A NEGOCIARLO TODO
El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, ha trasladado hoy al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que su formación está dispuesta a negociarlo "todo" y ha planteado una reforma constitucional como una de las soluciones al encaje de Cataluña.
En su intervención en el pleno, Duran ha afirmado que el Tribunal Constitucional, en su sentencia sobre la declaración de soberanía del Parlament, "pone en mano de los políticos" la "obligación de hacer las necesarias modificaciones para dar salida a este problema, que no se lo han inventado los políticos".
"Todos conocemos resultado de la votación, va a rechazarse, ¿pero a partir de mañana, estamos dispuestos o no a negociar, presidente?", ha preguntado a Rajoy el portavoz de CiU, que se ha manifestado dispuesto a negociarlo "todo, y todo significa todo -ha dicho-".
En su discurso, Duran ha insistido que lo que se plantea hoy en el Congreso "no es una cuestión jurídica, sino de política en mayúsculas": "No es que no puedan -permitir la consulta-, es que no quieren, lo cual es respetable, pero es distinto", ha apostillado.
Al evaluar la intervención previa de Rajoy, Duran ha afeado al presidente del Gobierno que "hoy por hoy" haya cerrado "la puerta al diálogo" que, a su juicio, abrió el Tribunal Constitucional con su sentencia en la que anuló la declaración de soberanía del Parlament.
"No cierre las puertas que el Tribunal Constitucional ha dejado abiertas al diálogo para un referendo consultivo", ha asegurado el líder democristiano.
Duran ha recordado a Rajoy que "no basta" con expresar a Cataluña, si la otra parte no entiende ese amor.
"Hay que pactar para seguir pactando y no se puede refugiar en la Constitución para no hacerlo, eso es una grave irresponsabilidad histórica", ha advertido.
Duran ha afirmado hoy que no cree en "grandes reformas de la Constitución", pero ha abierto la puerta a tocarla "de forma muy mesurada" como una de las soluciones al encaje de Cataluña en España.
ROSA DIEZ: NO HAY QUE DIALOGAR CON QUIEN NO RECONOCE LAS REGLAS DEL JUEGO
La portavoz de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, ha sostenido que "no hay nada que dialogar con quien incumple las normas, con quien lleva a gala no cumplir las sentencias de los tribunales y con quien no reconoce las reglas del juego".
"El diálogo supone reconocimiento a las reglas del juego y con alguien que ha decidido no respetarlas no hay nada que dialogar", ha argumentado la diputada en el debate que celebra el Congreso sobre la petición del Parlamento de Cataluña de competencias para convocar la consulta soberanista del 9 de noviembre.
Tras señalar que a los "delincuentes se les persigue" y "se hace lo posible para que cumplan las sentencias", la representante de UPyD ha criticado que el president Artur Mas no haya acudido hoy al parlamento español a defender su posición: "El que ha recorrido 60.000 kilómetros para explicar su consulta en todo el mundo, no se ha enterado de que hay AVE a Madrid, que hemos pagado todos los españoles", ha apuntado con sorna.
En su discurso, Díez ha coincidido con Rajoy y Rubalcaba en que "democracia es respetar las leyes, no sólo votar", y ha acusado a los tres representantes del parlamento catalán que han defendido su iniciativa en el Congreso de plantear un debate "antieuropeo" que pide "levantar fronteras", y de tener un "discurso basado en la hispanofobia que se parece demasiado al discurso de la eurofobia".
IZQUIERDA PLURAL PROPONE UN PROCESO CONSTITUYENTE
El diputado de ICV en el Congreso y portavoz adjunto de Izquierda Plural, Joan Coscubiela, ha defendido este martes en el Congreso la necesidad de que el pueblo de Cataluña pueda pronunciarse sobre su futuro con independencia de que después toda España votase una reforma de la Carta Magna y ha propuesto un proceso constituyente en el que "nada esté vetado" y avance hacia un Estado federal.
Coscubiela ha sido el encargado de defender en la tribuna la postura común de IU, ICV y CHA respecto a la proposición de ley remitida por el Parlamento de Cataluña para que el Estado le ceda la competencia de convocar un referéndum. Según ha insistido en aclarar, "consulta no quiere decir independencia" y ha advertido del peligro de responder siempre "con portazos".
Sin embargo, considera que al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le interesa "vender" ese mensaje y para ello "ha levantado molinos de viento cuan gigantes" e "inventado enemigos". "*Por qué no acepta que el resultado de la consulta pueda ser distinto a la independencia? Por ejemplo la opción federal", ha preguntado lamentando que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, haya caído también en esta "trampa" e identifique consulta con independencia.
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