El Rey agradece al Pontífice su visita de "indudable significado" para España y la Iglesia
Benedicto XVI se despide de España recordando que volverá a Madrid en agosto de 2011 para la JMJ
El Rey Juan Carlos I ha despedido este domingo al Papa en el Aeropuerto de Barcelona tras una intensa visita de dos días que ha considerado de "indudable significado" para España y la Iglesia Católica.
En su discurso, el monarca se ha mostrado contento tras "comprobar las expresiones de cariño, de gratitud y de respeto" recibidas por el Pontífice. "Somos también muy sensibles a vuestras numerosas muestras de generosidad hacia España", ha añadido.
En ese sentido, le ha dado las gracias por acudir a Santiago de Compostela y también por acudir a la capital catalana para dedicar el templo de la Sagrada Familia, "uno de los tesoros arquitectónicos de Barcelona más admirados en el mundo".
"Muchos siglos separan al Pórtico de la Gloria de la Sagrada Familia. Por ellos han transitado la aportación artística, cultural y religiosa del Cristianismo, clave para entender la personalidad histórica de España", ha afirmado.
El Rey ha acabado su intervención afirmando que espera "con especial ilusión" la próxima visita a España de Benedicto XVI, quien acudirá a Madrid en agosto con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.
El Pontífice invoca a una Europa unida por la misma fe
El Papa ha invocado, como un peregrino más, a trabajar para fomentar una Europa unida bajo la misma fe y con un lenguaje común, que es el Evangelio de Cristo, y en la que cualquier peregrino pueda sentirse como en su casa más allá de las diferencias nacionales.
En su discurso de despedida y arropado por los Reyes y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Benedicto XVI ha recordado que los caminos que atravesaban Europa para llegar a Santiago eran muy diversos entre sí, cada uno con su lengua y sus particularidades, pero "la fe era la misma".
"Más allá de la diferencias nacionales, (el peregrino) se sabía miembro de una gran familia, a la que pertenecían los demás peregrinos y habitantes que encontraba a su paso; que esa fe alcance nuevo vigor en este Continente y se convierta en fuente de inspiración, y que haga crecer la solidaridad, especialmente a los grupos humanos y a las naciones más necesitadas", ha proclamado.
El Papa, que ha agradecido el afecto y atenciones recibidas tanto en Santiago como en Barcelona, ha animado a todos los peregrinos, como los que llegan de muchos lugares del mundo a Santiago, a preservar y fomentar la fe y ese rico patrimonio espiritual, que no sólo manifiesta un amor de un país hacia su historia y su cultura, sino que es también una manera de transmitir los valores de la convivencia y de la solidaridad.
Benedicto XVI ha asegurado que regresa a Roma habiendo conocido dos lugares de España, pero con el pensamiento de haber abrazado "a todos los españoles, sin excepción alguna, y a tantos otros que viven en España sin haber nacido en ella".
Además, ha prometido volver el próximo año. "Nos veremos en Madrid para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud", ha afirmado antes de decir un adiós que ha arrancado largos aplausos.
Como ha hecho en el resto de intervenciones que ha protagonizado este domingo en Barcelona, el Papa ha tenido unas breves palabras en catalán y ha afirmado que ha sentido la inmensa alegría de dedicar la Basílica de la Sagrada Familia y de visitar la institución del Nen Déu.
Según el Pontífice, dos símbolos en la Barcelona de hoy de la fecundidad de esa misma fe y que han contribuido a crear una sociedad más digna del hombre.
Gritos de "Zapatero, reza con nosotros" en el adiós a Benedicto XVI
El último acto de Benedicto XVI en Barcelona ha acabado con consignas que han lamentado la actitud que ha tenido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la visita del Pontífice en Barcelona.
"Zapatero, reza con nosotros", han coreado al presidente del Gobierno desde las gradas del público cuando el Papa ya había subido al avión de Iberia que lo llevará a Roma, y el presidente del Gobierno estaba marchándose del nuevo hangar de Iberia de El Prat de Llobregat (Barcelona).
El acto ha reunido a unas 1.500 personas según la organización, en su mayoría jóvenes y familias. Entre las autoridades que han estado presentes en el acto, presidido por los Reyes, han estado el ministro de Presidencia, Ramon Jáuregui; el presidente del Parlament, Ernest Benach; el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y los políticos Artur Mas (CiU), Alicia Sánchez Camacho (PP) y Josep Antoni Duran (UDC).
Benedicto XVI pone rumbo a Roma y, previamente, se reúne con Zapatero
El Papa ha puesto de nuevo rumbo hacia Roma desde el Aeropuerto de Barcelona después de haber realizado una intensa visita de dos días a España y que le ha llevado a Santiago de Compostela y a Barcelona. Previamente, y antes de la ceremonia de despedida, mantuvo un encuentro privado con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Después, su avión, un Airbus de Iberia, ha partido sobre las siete y cuarto de la tarde tras una corta ceremonia oficial de despedida con la presencia de los Reyes; el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y numerosas autoridades catalanas encabezas por el presidente de la Generalitat, José Montilla.
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