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El Rey ha aprovechado el desfile de la Fiesta Nacional para hablar con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre las polémicas declaraciones del ministro de Educación, José Ignacio Wert, en las que defendía la necesidad de "españolizar a los alumnos catalanes".

Al finalizar el desfile y tras despedirse de las autoridades, Don Juan Carlos busca a Rajoy, al que coge por el brazo y se lo lleva aparte.

Al principio junto a ellos se encuentra el Príncipe y el ministro de Defensa, Pedro Morenés. Sin embargo, en un momento el Rey se gira hacia Rajoy y le dice unas palabras. En sus labios se puede leer que le dice "lo de españolizar a los catalanes". Tras estas palabras, Rajoy esboza una media sonrisa y se encoge de hombros.

La conversación entre ambos continúa durante un par de minutos, en los que se puede ver al Rey dirigiéndose a Rajoy y éste gesticulando con gesto serio en algunos momentos.

Durante la charla, se acerca la Reina, a la que Rajoy saluda con un "hola", pero el Rey sigue dirigiéndose a presidente del Gobierno y Doña Sofía se mantiene al margen de la conversación.

En otro momento también se acerca el ministro de Defensa, pero al ver al Rey y a Rajoy hablando se dirige hacia la Reina con la que inicia una breve conversación.

Al inicio del desfile, cuando el monarca saludó a los ministros del Gobierno, al llegar a Wert se detuvo un momento y le dijo unas palabras que provocaron una sonrisa en el ministro de Educación.

En la recepción oficial posterior ofrecida en Zarzuela el Rey no ha querido hablar sobre el asunto con la prensa. Por su parte Wert ha afirmado que se siente "orgulloso" y "respaldado" por el resto del Gobierno.

DON FELIPE: CATALUÑA "NO ES UN PROBLEMA"

El Príncipe de Asturias se ha mostrado hoy convencido de que Cataluña "no es un problema" y ha hecho un llamamiento a los responsables políticos para que contribuyan a "rebajar la tensión" de los últimos días.

En una conversación informal con periodistas durante la tradicional recepción en el Palacio Real con motivo del Día de la Fiesta Nacional, ha subrayado que la tensión actual deben resolverla "con responsabilidad" los políticos.

Eso sí, la Corona, como ha hecho hasta ahora, está dispuesta a contribuir también con responsabilidad a la búsqueda de una solución, ha dicho, si bien ha reconocido que el ambiente preelectoral no favorece esta tarea de rebajar la tensión.

Preguntado por el aparente aumento de los ciudadanos catalanes que defienden la independencia, el Príncipe ha subrayado que Cataluña es una sociedad muy plural y ha señalado que él confía más en la Cataluña "real" que en toda esta "espuma" de imágenes y declaraciones que en los últimos días están dando la imagen de un territorio distanciado del resto de España.

En su opinión, en estos días estamos viendo manifestaciones de una parte de la sociedad catalana que no representa la totalidad de esa sociedad y ha apuntado que quizás entre los catalanes hay quienes aún no han encontrado unas siglas políticas con las que se identifiquen plenamente.

El Heredero de la Corona ha sido prácticamente el único que se ha mostrado dispuesto a intercambiar impresiones con los periodistas sobre la deriva soberanista en Cataluña. Al Rey también se le ha preguntado pero ha desviado la pregunta. "*Sevilla?", ha respondido con guasa a un periodista que quería conocer su opinión al respecto. "No me vais a sacar una palabra", ha dicho en otro momento.

Ni el presidente del Gobierno ni sus ministros, con la excepción del ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, han querido hacer declaraciones sobre Cataluña. Tampoco el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Don Felipe también ha intercambiado opiniones con la prensa en torno a la crisis y sobre la inesperada concesión a la UE del Premio Nobel de la Paz.

Con respecto al primer tema, se ha referido a la necesidad de buscar un equilibrio para lanzar mensajes optimistas a la ciudadanía sobre la superación de la crisis, pero con mesura pues hay mucha gente que lo está pasando muy mal.

Sobre el Nobel de la Paz a la UE, ha reconocido que este premio siempre es inesperado y ha señalado que es posible que algunos ciudadanos europeos, como los griegos, les cueste entender su justificación. Para él, el galardón supone una apuesta por el impulso y el futuro de Europa.

"EL JAMÓN ESTÁ MUY BUENO"

El rey ha servido hoy en bandeja la mejor anécdota de la recepción oficial con la que cada año se celebra el día de la fiesta nacional, al responder a los periodistas que le han preguntado sobre el alcance de la crisis política con Cataluña: "No me vais a sacar ni una palabra más. El jamón está muy bueno".

En el comedor de gala del Palacio Real, despojado de mesas para la ocasión, y abarrotado por casi un millar de invitados que combatían el calor como buenamente podían, el jefe del Estado ha departido animadamente con muchos de ellos tras el saludo protocolario, restringido este año a autoridades y políticos.

Entre ellos estaban los periodistas, que por unos momentos han hablado con él de lo austero del desfile militar que poco antes había tenido lugar en el Paseo de la Castellana y de su próximo viaje oficial a la India.

Pero también han sacado a colación el asunto de Cataluña, sin olvidar que fue el rey quien, antes de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, convocara elecciones anticipadas en un ambiente caldeado por el debate soberanista, alertó en un mensaje contra quienes auspician divisiones y alientan "quimeras".

"¿Sevilla, decís?", ha bromeado el monarca cuando ha escuchado la palabra Cataluña en boca de los "plumillas" que le rodeaban tratando de que no se les escapara nada de cuanto decía el jefe del Estado.

Sin perder el humor, don Juan Carlos ha añadido: "No me vais a sacar ni una palabra más. El jamón está muy bueno". Carcajada de los periodistas y cambio de tercio.

El ambiente en el cóctel posterior a la recepción ha sido similar al de años anteriores, con la salvedad de que la infanta Elena, que por vez primera no ha estado presente junto a los reyes y los príncipes en el saludo protocolario en el Salón del Trono, aguardó en esta ocasión con los demás invitados al término de ese saludo.

Las apreturas han dificultado el trabajo de los camareros, a los que les ha costado Dios y ayuda hacer accesible las bebidas y el jamón elogiado por el rey.

La salida humorística del monarca no ha sido seguida por el príncipe de Asturias que, metros más allá, también recibía saludos acompañado por la princesa Letizia; los periodistas han insistido con él sobre Cataluña y don Felipe sí que ha dado una opinión, y ha situado la cuestión en el contexto preelectoral catalán.

El calor reinante en el salón había obligado a abrir las ventanas para aliviar el sofoco con aire fresco, y obsequiando a quienes quisieron aprovecharla con una magnífica vista del Campo del Moro y, más allá, la Casa de Campo.

De entre los políticos ha sido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el más solicitado, y de hecho apenas se ha movido del mismo emplazamiento, atendiendo a unos y otros, ministros incluidos, y periodistas, con los que ha tenido larga charla "off the record".

Diálogo interrumpido cuando el exministro, exdirector del FMI y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, se ha acercado a saludar a Rajoy.

Entre tanto, el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha permanecido casi todo el tiempo discretamente ubicado en un rincón. Y a los periodistas, ni "mu".

Junto a Rato, han acudido al Palacio Real muchos representantes del mundo económico, como responsables de grandes empresas, así como una larga relación exaltos cargos, como exministros del PP y del PSOE o expresidentes del Tribunal Supremo, léase Carlos Dívar.

Y a José Ignacio Wert, titular de Educación, se le ha escuchado hablar en catalán ante la prensa para referirse a la polémica que esta semana suscitaron sus opiniones sobre la necesidad de "españolizar" a los alumnos catalanes.

Un año más, no ha habido políticos nacionalistas en la recepción del 12 de Octubre pero sí se ha podido ver al senador socialista y expresidente de la Generalitat José Montilla.