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El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha pedido este miércoles al jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, y al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que piensen más en las reformas que necesita España que en sus partidos, y sobre todo más que en ellos mismos como candidatos. "Intentemos pensar en qué necesita España y luego, si hay que hablar de Gobierno o de personas, estamos dispuestos a hacerlo, pero en ese orden", ha dicho en una entrevista en la Cadena Ser. Rivera ha reclamado a ambos partidos "generosidad" y "sentido de Estado" para abrir "una legislatura excepcional, casi una segunda transición".

Además, ha relatado que ni el PSOE ni el PP, ni tampoco sus líderes, se han puesto en contacto con él para negociar pactos de investidura o de formación de Gobierno, y ha dicho que le sorprenden "ciertos silencios" y que no haya, a pocos días de la sesión de investidura, "ninguna vía abierta" para hablar de reformas ni de candidaturas.

Rivera ha reconocido que él no descarta abstenerse para que haya un Gobierno del PP o del PSOE, pero cree que el problema es "la guerra fría" entre los dos partidos y que ninguno sea capaz de "bajar un peldaño" para permitir que gobierne el otro a cambio de una hoja de ruta de reformas.

"Yo espero que en las próximas semanas, si no hay mayorías claras o no hay formación de Gobierno, tengamos ese escenario, que no es fácil, es un escenario que es complejo pero es mejor que un país bloqueado cada tres meses", ha resumido.

Según ha dicho, cuando se reúna esta tarde con el Rey Felipe VI le expresará su preocupación por la dificultad de encontrar un Gobierno que ejecute reformas. Sobre la posibilidad de que el jefe de Estado no encargue a Rajoy, como primera opción, que intente formar gobierno, ha reconocido que "no hay ninguna regla", que se trata de una potestad de Felipe VI, "uno de sus pocos papeles de árbitro" y que tendrá que decidir "viendo los apoyos que tenga Rajoy".

No obstante, ha recalcado que "la regla tiene que ser la misma para todos", y si Rajoy no tiene apoyos para que el Rey le encargue la investidura, lo cierto es que en estos momentos Pedro Sánchez tampoco la tiene, "más allá de especulaciones". "Quien tenga apoyos que salga a la palestra", ha emplazado.

con el PSOE como con el PP, pero no para formar "gobierno a cualquier precio", sino para poner en marcha un Ejecutivo que marque una hoja de ruta reformista.

NO VE "ESTABLE" UN GOBIERNO CON PODEMOS Y NACIONALISTAS

Así, preguntado por la posibilidad de un Gobierno que se sustente en un pacto entre PSOE y Podemos, con apoyo o abstención de nacionalistas, ha avisado de que no lo considera "una salida estable". En concreto, ha advertido de que "esa suma de partidos depende mucho del contenido" de su pacto, porque aunque Ciudadanos tiene una "relación cordial y razonable" con el PSOE, "otra cosa es sumar con ERC, con PNV, con las mareas y con Podemos". "Veo muy difícil que haya un Gobierno estable y responsable que pueda llevar adelante la legislatura, con tan poca fuerza del partido que intenta gobernar y dependiendo de tantos partidos", ha resumido.

Con todo, considera que si no es posible llegar a acuerdos y hay que repetir las elecciones será un "fracaso colectivo" porque los políticos no han sido capaces de llegar a un acuerdo, y ha alertado de que unas nuevas elecciones pueden "volver a obligar a negociar". "El diálogo no lo vamos a esquivar con las urnas", ha recalcado.

¿EN BLOQUE CON EL PP EN LA MESA?

Por otro lado, ha asegurado que la intención de Ciudadanos no es actuar siempre en bloque con el PP en la Mesa del Congreso, sino que será una Mesa que se moverá constantemente porque "no hay bloques". Según ha dicho, el miércoles sumaron sus votos para impedir un grupo EH Bildu-ERC-IU porque pretendían "cometer un fraude de ley para que se les pague parte de la campaña". Y ha alegado que los letrados de la Cámara dieron "un OK técnico" a que pudiera hacerse, pero el Tribunal de Cuentas advirtió de que era un fraude de ley.

Así, se ha mostrado dispuesto a dar más visibilidad a los diputados que se queden en el Grupo Mixto, o incluso a reformar la ley electoral que determina su financiación, pero no "a que 5,5 millones de euros de los españoles vayan a pagar la campaña de Bildu o de IU cuando no les corresponden según la ley".