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Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy se han reprochado hoy sus recetas ante la crisis y si el candidato socialista ha alertado de la vaguedad del PP y del riesgo que supone para los logros sociales, el líder popular ha tildado de "insidias" sus acusaciones y ha respondido con una promesa: no congelará las pensiones. En el único "cara a cara" que van a mantener durante la campaña electoral para los comicios del 20 de noviembre, la economía y la lucha contra el paro han sido los ejes de las intervenciones de Rubalcaba y Rajoy.

Ambos se han enzarzado en varias ocasiones en asuntos como la sanidad o la educación, pero han coincidido en su predisposición total a colaborar ante el fin de ETA sea cual sea el veredicto de las urnas. El formato utilizado ha permitido que hubiera en esta ocasión un cruce de opiniones más ágil que en los cuatro debates anteriores de la democracia pese a que estaban pactados los bloques de asuntos y los tiempos dedicados a cada uno de ellos.

ECONOMÍA

El más amplio, el relativo a la economía y a la lucha contra el paro, en el que Rubalcaba y Rajoy han aprovechado para recordar algunas de las promesas estrellas de sus respectivos programas, como los nuevos impuestos a las grandes fortunas y a los bancos propuestos por el representante del PSOE, y las ayudas a las pymes avanzadas por líder de la oposición. El líder socialista ha aludido en numerosas ocasiones al programa del PP para criticar las vaguedades y las ambigüedades "calculadas" y para intentar que Rajoy le aclarara algunos extremos del mismo.

En respuesta a ello, el líder del PP ha garantizado que no rebajará las prestaciones que cobran los parados, aunque ha defendido un cambio individualizado de despido similar al modelo austríaco. Una respuesta que, para Rubalcaba, significa que, si Rajoy ganara las elecciones, recortaría el seguro de desempleo. Esa es una deducción que pretende engañar, según el líder de los populares, que en varias ocasiones ha lamentado que su contrincante político haya intentado hacer creer a los españoles que el PP tiene tomadas decisiones que van en su contra.

LAS PENSIONES

Para salir al paso de una de ellas, Rajoy ha asegurado que las pensiones son un "compromiso irrenunciable" de su partido y un "acto de justicia" con los trabajadores, y, por ello, ha garantizado que, si llega a la Moncloa, no congelará las pensiones. Pero no ha convencido a Rubalcaba, que entre la serie de preguntas que ha dirigido a su oponente le ha pedido explicaciones para saber qué quiere decir en su programa cuando plantea revisar cada dos años el sistema de pensiones. Tanta petición de aclaraciones ha llevado al líder del PP a concluir que no es que no esté claro su programa, sino que el aspirante socialista no lo entiende.

Rubalcaba ha acusado también al PP de querer aumentar el IVA y de tener entre sus propuestas ocultas una reforma laboral. Entre sus iniciativas, ha anunciado su intención de pedir a las instituciones europeas que retrasen hasta 2015 la consecución de los planes de consolidación presupuestaria que obligan a España a rebajar el déficit público al 3 por ciento del PIB en 2013.

MIEMBRO DEL GOBIERNO ZAPATERO

No han faltado numerosas referencias de Rajoy al hecho de que Rubalcaba haya sido miembro del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y sea ahora cuando quiera poner en práctica medidas que no ha aplicado con anterioridad. Si Rubalcaba ha incidido en que el PP es un riesgo para la sanidad y la educación públicas, Rajoy se ha comprometido con ellas.

Han confrontado igualmente su opinión sobre la pervivencia de las diputaciones y sobre algunas decisiones de los gobiernos de Zapatero como el matrimonio de homosexuales, ante el que Rajoy seguirá esperando a la sentencia del Tribunal Constitucional. Sus intervenciones finales también han servido para la coincidencia: España tiene mimbres para superar la actual situación económica