La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado hoy que la aprobación del artículo 155 y la convocatoria inmediata de elecciones en Cataluña, previstas para el próximo 21 de diciembre, "ha sido una muestra de respeto a todos los catalanes".
La vicepresidenta ha participado hoy en la jornada inaugural del XXII Encuentro de Economía en S'Agaró, donde ha subrayado que las medidas impulsadas por el Ejecutivo han permitido "estabilizar" la economía catalana, que desde el referéndum ilegal del 1 de octubre ha visto cómo más de 2.600 empresas se llevaban sus sedes sociales fuera de la comunidad.
Sáenz de Santamaría ha afirmado que la estabilidad política y la seguridad jurídica "cotizan en bolsa" y que todas las fortalezas de la sociedad catalana pueden "quedar en nada" si faltan esos elementos esenciales.
"De la duración e intensidad de la incertidumbre dependerá que Cataluña vuelva a la senda del crecimiento", ha advertido la vicepresidenta, que se ha mostrado convencida de que "estamos a tiempo de revertir el proceso de deterioro" de la economía catalana si el Gobierno, las administraciones, las empresas y los ciudadanos toman "las decisiones adecuadas".
Ante el desafío soberanista, Sáenz de Santamaría ha dicho que el Gobierno decidió aplicar el artículo 155 "de manera decidida, proporcional y con una amplia mayoría", una decisión que fue "difícil", ha dicho, pero "necesaria" para retornar a Cataluña a la normalidad y la legalidad y frenar su deterioro económico y social.
"Pero ha sido una decisión encaminada a un fin: recuperar el autogobierno para los catalanes", ha apuntado la número dos del Gobierno de Mariano Rajoy, que considera que tanto la aplicación del 155 como la convocatoria de elecciones "ha sido una muestra de respeto" a Cataluña, devolviéndole la capacidad de elegir su nuevo gobierno.
"En un mes los catalanes tendrán la oportunidad de votar en unas elecciones legales y recuperar la normalidad política e institucional", ha remarcado.
El objetivo primordial de estos comicios, ha incidido la vicepresidenta, es recuperar la confianza y revertir todos los daños causados por el proceso independentista: "Una factura difícil de pagar y una fractura social difícil de reparar", ha lamentado.
En este contexto, ha agregado, el papel de la sociedad catalana es "crucial" el próximo 21D. "Estoy convencida de que esta sociedad, que siempre ha sido muy abierta y reflexiva, sabrá ejercer esa responsabilidad".
En su opinión, lo mejor que le puede pasar a Cataluña es que el 21D surja un gobierno que comparta los objetivos del Ejecutivo español, como son trabajar por la convivencia y por propiciar crecimiento económico.
Si es así, ha resaltado, "va a tener un interlocutor absolutamente cómplice en esa tarea. Si está dispuesto al diálogo dentro de la Constitución, va a tener un cómplice absoluto".
La vicepresidenta ha expresado asimismo la voluntad del Gobierno de reformar el modelo de financiación autonómica y su deseo de que el próximo presidente de la Generalitat participe en estas negociaciones.