(Actualizado

El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, que hoy ha renunciado a su escaño en el Congreso, ha argumentado que su decisión se debe a su "profundo desacuerdo" con la decisión del Comité Federal socialista de facilitar la investidura de Mariano Rajoy.

"No iré contra mi partido ni iré contra nuestro compromiso electoral", ha justificado en una declaración sin preguntas ante los medios, en la que ha prometido trabajar "de forma constructiva y leal" en el próximo congreso federal para refundar un PSOE "autónomo y alejado del PP".

Un PSOE "abierto y unido, donde la militancia haga valer su voz en las decisiones trascendentes de la organización", ha apostillado, en la línea de un mensaje en Twitter que escribió el pasado domingo, después de que el Comité Federal de su partido aprobara la abstención del grupo socialista a la investidura de Rajoy.

Esa decisión es precisamente la razón de su renuncia al acta de diputado, según ha explicado, ya que está en "profundo desacuerdo" con facilitar el Gobierno a Rajoy.

"Como muchos socialistas, mantengo mi no, firme y claro", ha subrayado, y ha señalado que ha optado por la dimisión porque la decisión de la gestora del PSOE de que todo el grupo vote en bloque le dejaba en una encrucijada difícil.

Sólo podía elegir entre abstenerse, lo que significaría "traicionar" su palabra y "quebrar" la confianza depositada en el PSOE por millones de ciudadanos, o votar no, lo que implicaría que un máximo dirigente como él ha sido iría contra una resolución aprobada por el Comité Federal.

"NI IRÉ CONTRA MI PARTIDO, NI IRÉ CONTRA NUESTRO COMPROMISO ELECTORAL"

"De las dos opciones que me da la gestora, no escojo ninguna. Ni iré contra mi partido, ni iré contra nuestro compromiso electoral. Dejo el escaño como diputado porque no renuncio a mis ideas y porque quiero a mi partido", ha explicado.

Ha lamentado además que la gestora no haya autorizado una "abstención mínima" de diputados socialistas, que podría haber evitado la división que va a producirse en la votación de esta tarde.

A su entender, "existen sobradas razones" para que la gestora se hubiera decantado por esa vía, entre ellas el hecho de que la abstención en bloque es una ruptura del compromiso electoral y es contraria a la posición política defendida por la Ejecutiva Federal elegida por los militantes en el último congreso.

Junto a ello, ha recordado que algo más del 40 por ciento de los miembros del Comité Federal votaron en contra de la abstención, que centenares de asambleas locales han aprobado resoluciones contrarias a ella y que no se ha celebrado una consulta a los afiliados, que "hubiera encauzado el debate y legitimado plenamente la decisión a tomar por la gestora".

Incluso ha dado a entender que la comisión que dirige ahora el PSOE aún está a tiempo de autorizar el voto en conciencia esta tarde, recogido en el reglamento del grupo socialista y en la Constitución.

"Si tras su lectura siguieran dudando, espero que sirva mi renuncia al acta de diputado para frenar lo que sería un grave error que alejaría aún más al PSOE de los ciudadanos progresistas", ha dicho.

Además, ha ratificado su convencimiento, en este punto, de que la mayoría de los militantes y votantes socialistas "no eligen al PSOE en unas elecciones para apoyar aquello que quieren cambiar".

Por todas esas razones, ha asegurado que con su renuncia al acta quiere contribuir a dar a la política "un sentido de fidelidad a la palabra dada y un sentido del compromiso que vaya más allá de la conveniencia personal", así como dejar constancia de que tiene "otra visión de la política" y de que considera que la democracia "se debe nutrir, cada vez más, de ejemplaridad y de nuevas maneras de participación ciudadana".

PIDE A LA GESTORA QUE NO EXPULSE A LOS DIPUTADOS DEL NO NI ROMPA CON EL PSC

Sánchez también ha pedido a la gestora que no expulse a los diputados que digan "no" a la investidura de Mariano Rajoy y que mantenga el actual marco de relación con el PSC.

En la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso de los Diputados tras entregar el escrito de renuncia al escaño, en una declaración leída después de la cual no ha admitido preguntas de la prensa, ha pedido "expresamente" a la gestora que "no elija el camino de la expulsión" de los diputados que no acaten la abstención.

"Y ni mucho menos romper la alianza con el partido hermano del PSC", ha añadido acto seguido.

Según sus palabras, si la gestora optara por la expulsión y la ruptura de la alianza con los socialistas catalanes, cometería "un error" que en cualquier caso, ha puntualizado, "sólo podría hacerse en el marco de un congreso federal".

Pedro Sánchez, además, ha expuesto una defensa del actual "marco de relación" con el PSC que dirige Miquel Iceta y que hace pocos días, en su Consell Nacional, determinó que mantendría el no en la segunda votación de la investidura de Rajoy, la cual tendrá lugar en unas horas.

"Somos muchos los que defendemos el marco de relación entre PSOE y el PSC, y somos muchos los que defenderemos al PSC", ha recalcado para después sentenciar que "el liderazgo compartido" de ambas formaciones hermanadas constituye "la solución federal" al problema que actualmente representa el proceso soberanista de Cataluña.

DESEA "SUERTE" Y "ACIERTO" A RAJOY COMO PRESIDENTE DEL GOBIERNO

El ex secretario general del PSOE ha deseado "suerte" y "acierto" a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, porque su acierto será bueno para el conjunto de los españoles.

"Desde la discrepancia profunda que tengo hacia lo que representa, creo que es más que evidente, le deseo suerte y acierto", ha señalado Sánchez a los medios en una declaración sin preguntas en el Congreso, tras renunciar a su escaño de diputado.

Sánchez ha advertido, no obstante, de que "los hechos no le avalan", ni su acción de Gobierno en el pasado "ni su empecinamiento en no asumir ninguna responsabilidad política por los casos de corrupción que le afectan en primera persona".

CARLOTA MERCHÁN OCUPARÁ SU ESCAÑO POR MADRID

La renuncia de Pedro Sánchez como diputado deja a la concejala del Ayuntamiento de Madrid Carlota Merchán como la siguiente en la lista del PSOE para ocupar el escaño por Madrid, en cuya candidatura en las elecciones del pasado 26 de junio ocupó el puesto número ocho.

Merchán, considerada 'sanchista', fue detrás de Eduardo Madina, el último que logró un escaño por Madrid, y por delante del veterano José Enrique Serrano.

La concejala tiene que decidir ahora si acepta el escaño de diputada, aunque en caso de hacerlo, no podrá votar esta tarde en la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy al no dar tiempo a cursar su alta.

PEDRO SÁNCHEZ, EL HOMBRE QUE LO APOSTÓ TODO AL NO

Pedro Sánchez deja el Congreso apenas un mes después de su dimisión como secretario general del PSOE, una decisión traumática que truncó su carrera en Ferraz después de algo más dos años en los se atrevió a desafiar a aquellos barones, como la andaluza Susana Díaz, que finalmente le destronaron.

Sin corona y mancillado al ver enterrado su "no es no" a Mariano Rajoy, Sánchez da ahora otro paso atrás forzado por el mandato del Comité Federal de facilitar el gobierno del PP a través de la abstención, pero anuncia una nueva batalla en las próximas primarias.

La resolución aprobada el pasado domingo le ponía en la tesitura de tener que acatarla, lo que suponía hincar la rodilla para abstenerse o pasar a ser el primer ex secretario general en desobedecer al máximo órgano del partido.

Finalmente, ha optado por la segunda vía con la renuncia a su escaño, aunque no lo hace para tirar la toalla del todo, sino con el fin de coger impulso y volver a competir por liderar el PSOE.

Después de perderlo casi todo en su apuesta ciega por el no, aún le queda una moneda, que quiere hacer valer en el próximo congreso federal, que exige que se convoque ya.

El "hijo de las primarias", como él mismo se ha bautizado en ocasiones tras derrotar a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias en julio de 2014, está dispuesto a romper el maleficio de que segundas partes nunca fueron buenas.

El ya exdiputado madrileño, de 44 años, se ve con fortaleza de emprender la reconquista del partido sin el escaparate del Congreso, pero con el apoyo leal que ve en los afiliados del partido, divorciados de los dirigentes por el aval concedido a Rajoy.

"Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstruya su PSOE. Un PSOE autónomo, alejado del PP, donde la base decida. Fuerza", fue la proclama que Sánchez lanzó poco después de que el Comité Federal tumbara su famoso "no es no".

El paso que da Sánchez reabre la guerra que ha sostenido con los barones de más peso del partido prácticamente desde que fue encumbrado como secretario general en el 38 Congreso Federal.

La andaluza Susana Díaz fue la que le bendijo para que fuera el heredero de Alfredo Pérez Rubalcaba y volver a construir un PSOE sólido y ganador bajo su control.

Sánchez se rebeló para desprenderse de su tutela. Fue cuando emprendió una contienda que le llevó a ganar varias batallas hasta que se vio obligado a dar un paso atrás en el turbulento Comité Federal del pasado día 1.

Pero lejos de rendirse, Sánchez quiere tomarse la venganza aspirando de nuevo a liderar el partido y cumplir su sueño de ser un día el presidente del Gobierno del cambio, después de rozarlo el pasado mes de marzo.

No le arredra haber sido el artífice de los dos peores resultados electorales del PSOE de toda su historia, primero con 90 diputados y en junio con 85 escaños.

Tampoco haber dejado un PSOE devastado y sumido en una división de la que hay pocos precedentes en la historia del partido.

El ex secretario general no dispondrá ahora del respaldo de Díaz y del todopoderoso PSOE andaluz, ni de otros barones y miembros de la vieja guardia que le auparon en julio de 2014, más que por aprecio a él, por conveniencia para neutralizar a Madina, ahora del lado de aquellos.

Con parte de su ejército y sus lugartenientes huidos al otro bando, como el portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, a Sánchez le quedan algunas federaciones de peso medio, como Castilla y León, Baleares y País Vasco, además de parte de Madrid y la Comunidad Valenciana, y veteranos con ganas de batirse como Josep Borrell.

Está por ver si podrá contar con el apoyo del PSC o si para cuando haya primarias, Ferraz habrá revisado la relación bilateral y, entre otros aspectos, retira a los socialistas catalanes del censo para votar como castigo por el no a Rajoy.