El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado que se reunirá con el expresidente catalán y dirigente de Junts, Carles Puigdemont y también con el líder de ERC, Oriol Junqueras, después de haber pactado una Ley de Amnistía para beneficiar a los implicados en el procés con ambas formaciones independentistas.
Descarta además que se vaya a producir un coste electoral negativo para el PSOE y pone el ejemplo de la pasada legislatura en la que aprobó los indultos a los dirigentes separatistas condenados. A pesar de las críticas el PSOE mejoró sus resultados y en las elecciones del 23 de julio logró un millón de votos más que en las anteriores generales, según remarca.
Así lo ha señalado el propio Sánchez en conversación informal con los periodistas en el tradicional encuentro con la prensa en Moncloa de final de año. El jefe del Ejecutivo no ha dado fechas de los encuentros, que se celebrarán por separado, aunque dice que prefiere que la reunión con Puigdemont se lleve a cabo una vez que se apruebe la Ley de Amnistía, que ya ha iniciado su trámite en el Congreso.
Sánchez también ha asegurado que habrá foto de esos encuentros y considera que es un paso coherente con el proceso de negociación que ha iniciado con estas fuerzas políticas, con las que el PSOE selló sendos acuerdos para asegurarse el apoyo a la investidura del líder socialista.
Hasta el momento Sánchez no había admitido abiertamente que se produciría una reunión con Puigdemont, a pesar de que desde Junts lo daban por hecho y el pasado jueves el secretario general, Jordi Turull, dijo públicamente que se produciría este encuentro. En ese momento Sánchez se limitó a decir que ese encuentro no estaba en su agenda.
Según avanzó entonces Turull, la reunión con Puigdemont se llevaría a cabo fuera de España -Puigdemont todavía tiene causas pendientes con la Justicia española- y en ella no participará el mediador internacional que el PSOE aceptó incorporar para supervisar las negociaciones entre los socialistas y Junts.
Sánchez no ha hablado de fechas concretas, aunque sí precisa que él prefiere sentarse con el líder de Junts una vez que la Ley de Amnistía esté aprobada. Una vez que la norma entre en vigor, es previsible que Carles Puigdemont deje de tener cuentas pendientes en los juzgados y dejaría de estar considerado un prófugo.
La norma pasó su primer examen en la Cámara Baja este mes de diciembre con 178 votos a favor y empezará su trámite en la Comisión de Justicia del Congreso en el mes de enero.
El objetivo de los socialistas es apurar los plazos para que la ley llegue al senado en febrero y como el PP piensa dilatar los plazos en la Cámara Alta hasta el máximo de dos meses que permite la Carta Magna, no se prevé que esté en vigor antes de mayo.
Señala además que no llevará a cabo una reunión con Puigdemont y Junqueras, sino que habrá muchos encuentros con ambos porque piensa que está en un camino hacia la normalización de estos actores políticos y por tanto piensa que es lógico llevar a cabo estos encuentros.
El PSOE: "Habrá que normalizar las cosas de una vez por todas"
El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha apoyado como un signo de "normalidad" la intención del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, de mantener reuniones tanto con el expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, como con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ambos encausados por el Tribunal Supremo por el referéndum ilegal de 2017.
"Habrá que normalizar las cosas de una vez por todas en este país", ha señalado López ante los periodistas en los pasillos del Congreso al ser preguntado por las palabras del líder socialista. Aunque no ha dado fechas, sí ha explicado que se celebrarán por separado, y ha dicho, además, que prefiere que la reunión con Puigdemont se lleve a cabo una vez que se apruebe la Ley de Amnistía, que ya ha iniciado su trámite en el Congreso.