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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, confía ser investido en "poco tiempo" tras el debate de "consumación" de la derrota del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al que ha acusado de no haber ofrecido ante el Congreso propuesta alguna y de "vender miedo y frustración".

Sánchez, en sus primeras declaraciones desde el inicio del debate de investidura de Feijóo, se ha referido a ese intento del presidente del PP en la clausura de la reunión que han celebrado en Madrid los integrantes del grupo de socialistas y demócratas en el Parlamento Europeo.

Se ha dirigido a todos los asistentes para destacar que podrán asistir este viernes "en directo", en la segunda votación de investidura del líder del PP, a la "consumación" parlamentaria de la derrota que tuvo en los comicios del 23 de julio la propuesta "reaccionaria" que planteó junto a Vox.

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Ha afirmado que una de las cosas que más le llamó la atención durante el debate de investidura de Feijóo fue su "falta de proyecto político, de visión futura, de optimismo y de esperanza". "Sólo han tratado de vender miedo y frustración, y trasladar a la sociedad la frustración y el miedo que ellos han vivido después del resultado electoral del 23 de julio", ha añadido.

Frente a ello, ha subrayado que los progresistas han de ofrecer esperanza, optimismo y todo aquello que se contrapone con la "amargura que alimenta la derecha". Sánchez ha destacado ante los representantes de los socialistas europeos que España ha tenido el primer Gobierno de coalición progresista en unos años cruciales para el país y para Europa.

Ha añadido que España "se apresta a repetir ese Gobierno de coalición progresista dentro de poco tiempo". Pero no ha ofrecido ningún detalle más respecto a cuándo prevé que se convoque el debate de su investidura ni se ha referido a exigencias que, como la amnistía, le están planteando las formaciones independentistas catalanas para darle su apoyo imprescindible.

A su juicio, la continuidad de su Ejecutivo fue el mandato de la mayoría social al manifestarse libremente en las urnas pese a las "sospechas malintencionadas e insidias" que ha afirmado que se vertieron durante la campaña.

"Fue un proceso electoral modélico en el que -ha recalcado- se eligió avanzar, no retroceder, que dijo sí al progreso y la convivencia y dio un no rotundo a la propuesta derogatoria de una derecha entregada a las tesis reaccionarias de la ultraderecha".