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La mujer de Santiago del Valle confiesa que su marido asesinó a la niña
- El fiscal asegura que los Del Valle son culpables "sin ninguna duda razonable"
- La acusación particular mantiene pedir 32 años para Santiago por delito de asesinato y de agresión sexual y 20 para Rosa, por cooperación necesaria
La mujer de Santiago del Valle, Isabel García, ha confesado que su marido asesinó a Mari Luz, la niña que murió en Huelva en enero de 2008, caso sobre el que se está celebrando el juicio estos días, aunque ha señalado que se trató de "un trágico accidente". García ha explicado, en declaraciones al Programa de Ana Rosa, que su esposo "se cargó" a Mari Luz y que tras caerse la niña rodando al intentar meterla en su piso, la arrojó a la ría de Huelva por recomendación de su hermana, Rosa del Valle.
La mujer de Del Valle ha relatado que el día de los hechos, cuando se despertó de la siesta, su marido no estaba. "Me volví a la habitación y a los cinco minutos oí la puerta. Entró mi marido y le pregunté por qué llevaba las botas llenas de barro y me dijo que había estado andando por el campo. Por la noche lavó las botas dos veces y me dijo que era para que quedaran bien limpias", ha señalado.
SILENCIO POR AMOR A SU MARIDO
Isabel García, que ha admitido que ha guardado silencio todo este tiempo porque quiere "mucho" a su marido, también ha culpado a su cuñada que, según ha contado, ayudó a su hermano a sacar el cuerpo del maletero y a lanzarlo a la ría. A su juicio, Santiago del Valle no llevó a la niña a un centro sanitario tras la caída porque su hermana "no quería", al conocer ella a la familia de Mari Luz.
Según ha explicado, la "única intención" de Santiago del Valle al llevar a la niña a su piso era que su mujer "conociera" a Mari Luz. "No sé si le tiró un osito porque me dijo pocas palabras, me dijo que vio a la niña y la enseñó chucherías", ha agregado. Finalmente, García ha asegurado entre sollozos que lo siente "mucho" por la familia de Mari Luz al tiempo que ha afirmado que Santiago del Valle en ningún momento la ha amenazado para que no contara la verdad. "No me ha amenazado, sólo me contó lo de la niña", ha explicado. "No puedo más, bastante he hecho por mi marido, pero tiene que pagar", ha concluido.
EL FISCAL ASEGURA QUE LOS DEL VALLE SON CULPABLES "SIN NINGUNA DUDA RAZONABLE"
Paralelamente, Alfredo Flores, fiscal del caso de Mari Luz Cortés, ha asegurado este viernes en la octava y última sesión del juicio que ambos acusados son culpables "sin ninguna duda razonable", por lo que mantiene la pena de 23 años de prisión para Santiago, por un delito de asesinato y otro en contra de la libertad sexual, así como 17 años para Rosa, como cooperadora necesaria.
Durante esta sesión, en la que se prevé que todas las partes lean sus conclusiones, Flores ha señalado que Santiago es "muy inteligente" pero las pruebas son "evidentes", a pesar de la búsqueda de coartadas por parte de Santiago el día 13 de enero y la destrucción de pruebas, como el hecho de lavar las botas él y Rosa el coche, donde supuestamente fue trasladada Mari Luz hacia las marismas.
Del mismo modo, el fiscal, quien ha asegurado que finalmente la familia no declarará "para no añadir más dolor", ha pedido que se investigue la testificación de la mujer de Santiago del Valle, IsabelGarcía, que declaró el pasado 16 de febrero en la primera sesión del juicio, por un posible delito de falso testimonio.
Flores ha insistido en que "todo encaja, concuerda y hay una conclusión lógica: la participación de los acusados, sin que pueda haber otras personas". Los acusados, tal y como ha afirmado el fiscal, "han realizado un pulso a la justicia y a la sociedad y lo han perdido"."Todo encaja", ha destacado Flores, quien ha señalado que no se han encontrado pruebas en algunos sitios, como en las botas o el coche de Rosa del Valle, "porque se han limpiado y en otros sitios tampoco, porque no había directamente".
Por todo ello, ha concluido que el día 13 de enero de 2008 "los acusados asesinaron a Mari Luz y arrebatan la luz y la esperanza, sumando a la familia y a la sociedad en una situación de dolor y confusión", por lo que ha pedido "una sentencia justa y que con ella se devuelva la luz y la esperanza".
ABUSO Y NO AGRESIÓN
Del mismo modo, el fiscal ha insistido en que en este caso se produce por parte de Santiago del Valle hacia Mari Luz "abusos y no agresión, ya que el abuso no deja huellas y no puede probarse en un cuerpo muerto".
Por otro lado, ha asegurado que "no hay duda de que se trata de un asesinato, una muerte sorpresiva, cobarde y sin posibilidad de defenderse", no obstante ha insistido en que Mari Luz "se defiende y muere con dignidad".
32 Y 17 AÑOS DE PRISIÓN
Por su parte, el letrado de la acusación particular, Alberto Revuelta, el cual ha mantenido una petición de una pena de 32 años para Santiago del Valle por un delito de asesinato y otro de agresión sexual, y 20 años para Rosa por un delito de cooperación necesaria, ha señalado que Santiago del Valle cometió "un asesinato con alevosía y que Rosa lo ayudó, sabiendo que la niña estaba inconsciente".
Santiago del Valle, según ha afirmado Revuelta, "se asegura de que Mari Luz estuviera muerta", indicando además que las contusiones que presenta el cuerpo de Mari Luz muestran que "ésta defendió su libertad sexual".Del mismo modo, ha incidido en que no tiene sentido que Rosa dejara a Santiago en una parada del autobús si iba al Carrefour y no se lo traiga de vuelta, tras realizar la supuesta compra, por lo que ha asegurado que ella "sabía que tenía que echarle un cable a Santiago para que la familia de Mari Luz no tomara represalias contra ella".
El abogado se ha respaldado en la declaración de los dos geólogos de la Universidad de Huelva (UHU), quienes aseguraron este jueves que las salpicaduras de los bajos del vehículo de Rosa del Valle corresponden con los sedimentos del camino de acceso al citado Estero del Rincón, zona desde donde supuestamente se arrojó a la niña, por lo que Rosa "miente cuando dice que lo deja en la parada del autobús y se va".
PERFIL DE SANTIAGO
El fiscal del caso ha matizado que Santiago del Valle es "un pedófilo, es un abusador de niños, que traspasó la última barrera porque violó a sus propios hijos, y además no siente empatía con sus víctimas", indicando además que es "un manipulador" y su enfermedad, por la que dice que no puede controlar lo que le pasa con las niñas, "lo inventa como justificación".
"Mari Luz tuvo la mala suerte de pasar el 13 de enero sobre las 16,40 horas por la ventana de la casa de Santiago", ha asegurado Flores, quien ha señalado que de estos hechos y lo que pasó en las escaleras de la casa, "no hay testigos directos, además Santiago no lo quiere contar y Mari Luz no puede", a lo que ha añadido que la declaración del testigo taxista, que dice que vio a Santiago, a Rosa e Isabel "montando en un coche un carrito de la compra, no corresponde con la hora en la que desaparece la pequeña".
En su segunda declaración en Huelva en el mes de marzo de 2008, según ha relatado Alfredo Flores, Santiago "necesita tesificar, pero parcialmente, diciendo lo de siempre: soy un enfermo". En esta ocasión declara que "vio a la niña, que fue un accidente, la niña se quedó inconsciente y la tiró a una alcantarilla", por lo que a partir de ese momento, Santiago "se convierte en un asesino y con una rapidez increíble, tiene claro que el hecho de que Mari Luz aparezca allí con vida, le podría traer problemas", por lo que tira el cuerpo a una zona "donde era difícil de encontrar".
Santiago y Rosa, en su trayecto, "pasan a 50 metros del Hospital Juan Ramón Jiménez, donde podrían haber dejado a la niña, pero no lo hacen", ha concretado Flores, quien ha asegurado que cuando aparece el cuerpo, "Santiago cambia de actitud, se pone nervioso y quiere irse al extranjero".
Alfredo Flores ha reconocido que había creído que Santiago había exculpado a su hermana Rosa con la versión de la alcantarilla por "generosidad", pero finalmente ha concluido que no, sino que Santiago "utiliza esta baza para lanzarla en el juicio y culpar a su hermana, a través de su mujer, Isabel García, porque sabe que uno de los dos tendrá que pagar por la muerte de la niña".
SITUACION DE ROSA
En cuanto a Rosa del Valle, a la que ha considerado como cooperadora necesaria de la muerte de Mari Luz, ha señalado que es "más fría", no obstante, ha asegurado que, aunque ésta "estaba en el momento y en el lugar equivocado, sabía que en el carrito de la compra iba Mari Luz inconsciente y viva, porque Santiago se lo dice y la convence diciéndole que el problema era ya de los dos", por el entorno en el barrio.
Rosa en su primera declaración en Cuenca "no cuenta nada", tal y como ha señalado Flores, pero ya en la segunda, después de que la Policía le dice que ha declarado Santiago, "ésta reconoce el traslado en el coche y que llevaba el carrito, así como que desconoce si su hermano es capaz de estos hechos o si en el carrito iba a la niña, pero sigue negando lo que a ella le perjudica, es decir el traslado de Mari Luz a la marisma en su coche".
El fiscal ha asegurado que Rosa consiente registros en la casa y en el coche "porque sabe que no van a encontrar nada", pero cuando aparece el cuerpo "el plan se desmorona y ella se pone nerviosa y se va de Huelva".
DEL VALLE ASEGURA SER INOCENTE EN SU ULTIMO TURNO DE PALABRA
Santiago del Valle, acusado de asesinar a la niña Mari Luz Cortés en enero de 2008, ha reiterado su inocencia y ha reclamado justicia en el último turno de palabra que le ha dado el tribunal antes de declarar visto para sentencia el juicio por este caso, que ha durado 8 días. Del Valle ha manifestado que está de acuerdo con todo lo expuesto por su abogado, Juan López Rueda, y ha apuntado: "soy inocente y pido justicia, pero en el juzgado".
Por su parte, la también acusada Rosa del Valle, ha tomado la palabra para indicar que no quería decir nada más y que también está conforme con todo lo expresado por su abogado, Manuel Domínguez.
Tras estas dos intervenciones, el presidente del tribunal, José María Méndez Burguillos, ha declarado el juicio visto para sentencia.
Minutos más tarde, los dos acusados han abandonado las dependencias judiciales y han sido trasladados en un furgón policial hasta la cárcel de Huelva, donde se encuentran desde días antes de que comenzara el juicio.