Serra reconoce que la inmobiliaria de Caixa Catalunya alimentó la burbuja y que sabían que era un riesgo
Dice que este entramado "aplastó a la caja"
El que fuera presidente de Caixa Catalunya entre 2005 y 2010 y exministro socialista, Narcís Serra, ha reconocido este miércoles en el Congreso que la estructura inmobiliaria de la caja, Procam, alimentó la burbuja inmobiliaria y que conocían el riesgo que suponía en caso de dificultades económicas. Durante su intervención ante la comisión que investiga la crisis económica, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorros, Serra ha reconocido que la propia estructura de Procam "tendía a la burbuja", ya que concertaba alianzas con diferentes promotores inmobiliarios por todo el país.
"A primera vista era muy inteligente, porque con cuatro o cinco empleados de control se manejaba una pirámide amplia. Ya les digo que era la cuarta inmobiliaria de España. *Qué no se hizo bien? Construir una estructura desmesurada respecto a las posibilidades de las cajas, y sobre todo encerraba un peligro enorme en caso de que se produjera una crisis económica", ha aseverado. Así, ha dicho que "si una promotora inmobiliaria asociada debía acudir al concurso de acreedores, Caixa Catalunya debía resolver el problema a sus expensas porque el coste en reputación de estar incluida en un concurso de acreedores era inasumible para cualquier entidad financiera".
En este sentido, ha señalado que el crecimiento del crédito en la caja superaba en cinco puntos al de la media del sector --14% frente al 9% del promedio de las cajas, ha dicho--, y ha apuntado que el aumento de los depósitos únicamente financiaba "en parte" este "ritmo de crecimiento", y que la caja recurría a "proceder titulizaciones para captar nuevos recursos con el correspondiente coste".
"Varios elementos, como el coste de obtención de los fondos necesarios para la expansión o la estructura del instrumento inmobiliario eran insostenibles a medio plazo", ha reconocido. "Quizás hecho con mesura, no concentrando tanto los riesgos, habría sido útil. Acabó siendo un problema que aplastaba la caja porque tenía más peso toda esa estructura del ladrillo que la capacidad financiera de la propia caja", ha aseverado.
DEFIENDE QUE TRATO DE "DESMANTELAR" PROCAM
En todo caso, Serra ha asegurado ante los diputados que propuso "desmantelar" esta estructura en 2006, incluso sin tener en cuenta la idea de que se pudiera avecinar una crisis económica, pues cree que "el mecanismo no era bueno" y que "podía constituir un grave problema en el futuro". Así, ha dicho que al año de entrar en la caja sugirió "un cambio de rumbo" tanto a la entidad fundadora como a la Generalitat y que en 2007 llegó a transmitir al propio Banco de España que "la mejor solución era ir desmontando Procam.
Sin embargo, ha dicho que el supervisor no propuso ni cambios organizativos ni de actuación, aunque recomendaba que los órganos de gobierno tuvieran "perfecto conocimiento de estas operaciones". Así, ha dicho que tras la inspección a la caja en 2006 se limitó a "recomendaciones de tipo formal, de cómo contabilizar según se tuviera o no mayoría en las sociedades". "No había otra indicación", ha dicho.
RECONOCE QUE DEBIO SER "MUCHO MAS DURO"
Con el demandado cambio de equipo directivo, Serra ha dicho que el nuevo directo, Adolf Todó buscó "deshacer y diversificar" estos negocios, y que su plan fue aprobado por el Banco de España, que posteriormente, según ha dicho, aplaudió este "cambio de rumbo", tanto de negocio como de dirección.
Serra ha reconocido que quizás debió ser "mucho más duro" para desinvertir en los negocios de Procam, aunque se ha justificado tanto en las dificultades para llevarlo a cabo por lo que suponía para la caja, dado el peso que tenía en el negocio de la entidad, como en su limitada capacidad de actuación y conciliar posturas de todas las partes presentes en Caixa Catalunya.
"Cuando vi que ese modelo no funcionaba a medio plazo debí ser mucho más duro, pero era muy difícil. No tuve despacho en caja con secretaria y sala de espera hasta 2008", ha argumentado, recordando que la propia Generalitat tuvo que aprobar un decreto donde otorgaba más poderes a la presidencia de las cajas. Asimismo, ha dicho que para tomar decisiones debía contar con el apoyo por "unanimidad" del consejo, pero también "visibilidad de apoyo" de la Generalitat, el Banco de España y la Diputación.
"TODOS SABIAMOS QUE TENIAMOS BENEFICIO POR PROCAM"
Durante su intervención, Serra ha pedido a los diputados que sean "conscientes del contexto" en el que se realizaron estas actuaciones, reconociendo resistencia del consejo a la desinversión motivada por los beneficios que traían estas operaciones. "En aquel momento todo el consejo sabía que teníamos beneficio porque teníamos Procam", ha dicho, cifrando en el negocio inmobiliario el 60% de todos los beneficios de la caja.
Asimismo, ha dicho que "gracias a estos beneficios" se hicieron varios programas de obra social, como un hospital dedicado a enfermos de Alzheimer y la compra de "miles de hectáreas en parajes naturales". "La actitud del consejo, hasta que no vimos problemas, era de ayudar a que Procam funcionase", ha dicho, destacando que se decidió cambiar de modelo "a pesar de ser años con los mayores beneficios".
"NO ES BUENA O MALA GESTION; ES POCO O MUCHO LADRILLO"
Finalmente, Serra ha señalado que las pérdidas detectadas por el Banco de España en 2010 en el momento de su marcha estaban protagonizados por la promoción inmobiliaria, que concentraban 2.165 millones de los 3.150 millones de pérdidas: 1.265 millones por negocios de promoción fuera de Procam, 370 millones de Procam, 250 millones de activos inmobiliarios adquiridos a promotores y 280 millones de activos agregados a Procam.
"Los resultados que alguno (de los diputados) ha mencionado como desastrosos se deben a la financiación y al trabajo con la promoción, no a las operaciones hipotecarias con particulares", ha dicho, limitando estas a menos del 10% de las pérdidas, unos 220 millones. Así, Serra ha dicho que las pérdidas por la morosidad hipotecaria "podía haberse resistido perfectamente".
Así, preguntado por las razones por las que cayeron entidades financieras, incluida la que presidió él mismo, Serra ha descartado que fuese un problema de gestión sino su relación con la construcción. "No es una cuestión de buena o mala gestión. Es una cuestión de poco o mucho ladrillo", ha dicho. "Cuanto más compromiso con el sector inmobiliario, más pérdidas. La crisis, sobre todo a partir del 2011, hizo caer a prácticamente todos los promotores y prácticamente también todos los constructores", ha subrayado.
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