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La socialista Susana Díaz, que ha tomado hoy posesión de su cargo como presidenta de la Junta de Andalucía, para lo que ha utilizado la fórmula del juramento, ha asegurado que se va a "dejar la piel" ayudando al tejido productivo para crear empleo y también para preservar las "conquistas sociales".

Díaz, vestida de blanco y visiblemente emocionada, especialmente al final de su discurso, ha prometido que como presidenta va a "reconocer" sus "errores cuando los cometa" y a aceptar "los reproches cuando los merezca", al tiempo que ha remarcado que va a gobernar con "luces largas", que le permitan orientar a Andalucía hacia un horizonte que represente a todos los ciudadanos.

Durante el acto, que ha sido abierto por el presidente del Parlamento andaluz, Manuel Gracia, y en el que ha intervenido también el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, Díaz, que sustituye en el cargo al dimitido José Antonio Griñán, ha dicho que es consciente de que tiene que gobernar "para todos los andaluces" y buscar aquello que les "une".

"Es un día importantísimo para mí y espero que sea muy importante para todos, voy a oír a todo el mundo y prometo reconocer mis errores", ha enfatizado Díaz, quien ha asegurado también que va a gobernar "con humildad" y que va a "abrir las ventanas" para escuchar también a los adversarios políticos.

La primera mujer presidenta de Andalucía en los 31 años de autonomía ha dicho sentirse "heredera" de la lucha por la igualdad que, a su juicio, encarnó el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, presente en el acto y para el que ha tenido palabras de agradecimiento: "Estoy segura de que el tiempo le reconocerá su lucha por la igualdad".

Díaz ha querido dedicar su primer acto como presidenta al llamado "padre de la patria andaluza", Blas Infante, ante cuyo busto, situado en el patio principal del Parlamento de Andalucía, ha depositado una ofrenda floral.

"Mi primer acto como presidenta lo dedicaré al sacrificio de Blas Infante, le voy a mirar para coger fuerzas de cara al futuro", ha señalado Díaz, quien ha vuelto hoy a comprometerse en su "mayor deseo", que es "recuperar el prestigio de la política".

"Estamos dando lo mejor de nosotros para blindar aquello que tanto trabajo nos ha costado, los ciudadanos necesitan que la política se prestigie porque los ciudadanos necesitan de la política", ha subrayado.

RECONOCE LA "INCERTIDUMBRE" ENTRE LOS JÓVENES ANDALUCES SOBRE SU FUTURO

Ha dicho también que es consciente de que Andalucía tiene "un papel importante" que cumplir porque hay "mucha incertidumbre" entre los jóvenes sobre el futuro en esta región y en España, donde muchas familias lo están "pasando mal" y sienten "angustia" porque "ven que sus nietos no van a vivir como ellos".

"Pero Andalucía es una tierra firme, solida y fuerte que quiere mirar al futuro, que tiene que ser mejor que este momento que estamos pasando", ha confiado Díaz.

La nueva presidenta ha mencionado durante su intervención a sus antecesores en el cargo, presentes en el acto, que ha sido seguida con especial emoción por el último de ellos, José Antonio Griñán, a quien se le han escapado algunas lágrimas.

"Accedo con mucha responsabilidad, con orgullo y emoción, y con el sentimiento de saber que miles de ciudadanos nos están esperando", ha confesado Díaz, que ha asegurado que se va a esforzar para hacerse "merecedora de la confianza" de quienes la han depositado en ella, pero también para ganarse la de quienes no lo hayan hecho.