El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha acusado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, de buscar "chantajear" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con sus ultimátums sobre el referéndum y también de tratar de vilipendiar al Estado cada vez que tiene ocasión. En rueda de prensa, ha explicado que estos son dos de los motivos que han llevado al Ministerio que dirige a no invitar a la Generalitat a participar en el III Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo (UpM) que se ha celebrado este lunes en Barcelona.
El ministro de Asuntos Exteriores también ha acusado a Torra de querer ser el 'cabecilla' de los agitadores callejeros en Catalunya y ha concluido: "Si hace todo esto no puede esperar que se le invite a un acto protocolario cuya presencia no es imprescindible".
El de este martes es el tercer foro de estas características que celebra la UpM en Barcelona y Borrell ha argumentado que en este tercer foro ni el Ministerio de Asuntos Exteriores ni los organizadores: la vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini, y el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, han considerado "oportuno" invitar a la Generalitat. Además, ha asegurado que fue el propio gobierno catalán quien no se interesó hasta hace pocos días por participar en el encuentro: "La propia Generalitat se despertó el sábado, hasta entonces parecía no haberse enterado de que esta reunión existía".
Borrell ha defendido que el Ministerio de Asuntos Exteriores no podía darle a Torra "un escenario apropiado para que siguiese vilipendiando el buen nombre de España y para que distorsionase esta reunión convirtiéndola en algo distinto de lo que debe ser". "Torra tiene que saber que no puede declarar que el Estado español es su enemigo, que no puede chantajear al presidente del Gobierno diciéndole que si no le aprueba un referéndum de autodeterminación no le aprobará cualquier cosa", ha lamentado.
El martes de la semana pasada Torra lanzó un ultimátum a Sánchez y le dio un mes para concretar un referéndum de independencia o le retirará su apoyo en el Congreso, algo que el Gobierno central criticó e hizo que enfriara la celebración de una reunión próxima entre los dos presidentes.