El hasta hoy mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha acatado su cese por parte del Gobierno y ha pedido a los agentes de la policía catalana que mantengan la "lealtad y comprensión" hacia las decisiones de los mandos que le relevarán.
En una carta dirigida a los agentes del cuerpo, a la que ha tenido acceso Efe, Trapero afirma que para él hoy no es un "día fácil" porque le han comunicado su cese como mayor, si bien subraya el "inmenso honor" que le ha supuesto estar al frente de los Mossos y reivindica que la policía catalana es una organización "profesional, moderna y eficaz, con una ambición constante para sobresalir en todo lo que hace".
"Hoy me ha sido comunicado el cese como jefe del cuerpo de los Mossos d'Esquadra. No es un día fácil para mí", reconoce Trapero en el escrito, después de que el Gobierno le haya destituido de su cargo como mayor en aplicación del artículo 155 de la Constitución, alegando que está imputado por sedición por la Audiencia Nacional.
Trapero, a quien el ministerio de Interior ha acordado sustituir por su hasta ahora número dos, el comisario Ferran López, muestra en la misiva todo su afecto a los agentes del cuerpo, integrado por 16.783 efectivos, y expresa el "inmenso honor y agradecimiento por haber sido" su jefe.
"Debéis continuar escribiendo el futuro. Los mandos que toman el relevo os ayudarán a hacerlo y os pido -como siempre habéis hecho- lealtad y comprensión hacia sus decisiones", indica el hasta hoy mayor.
En la misiva, Trapero remarca que desde hace "mucho tiempo" los Mossos d'Esquadra se han "acostumbrado al ruido" que ha rodeado cualquiera de sus actuaciones. "Pero también hace mucho tiempo que hemos aprendido que (el ruido) no nos condicione en el día a día, y así lo continuaremos haciendo", precisa.
También apunta que, pese a la "tristeza" que siente por su destitución, todavía es mayor la "satisfacción" que tiene al observar lo que han construido los mandos y la base de los Mossos en los últimos años.
"Habéis trabajado mucho, en ocasiones con una exigencia que va más allá de lo que la función pública tendría que suponer, en unos años de escasez de medios, de recortes en las condiciones de trabajo y de incomprensión, a veces, ante nuestras acciones", remarca.
Por todo ello, pide disculpas por la "exigencia poco compensada" y porque no siempre su defensa del cuerpo impidió que los agentes sufrieran "consecuencias e incomprensión".
"Disculpas a los que seguro que habéis tenido motivos para consideraros olvidados o poco cuidados por la organización que he dirigido", agrega.
En la carta, Trapero muestra su "íntima satisfacción" por haber logrado implementar un "cambio cultural" en los Mossos d'Esquadra, que se han erigido en una "organización confiable, especializada, con una estructura de mando que asume sus responsabilidades en el día a día y una organización donde sus valores se manifiestan no en los discursos, sino en el día a día de la función policial".
"Este cambio cultural de la organización tiene una premisa que inunda todo lo que toca: antepone al ciudadano", subraya Josep Lluís Trapero, que firma la carta con su nombre pero sin detallar ningún rango, aunque conserva la categoría de comisario.